
Kafka vivió casi toda su vida en Praga y una estatua de bronce lo recuerda en su ciudad. Está situada en una plaza, muy cerca de donde Kafka vivió y por donde muchas veces pasó.
La imagen se inspiró en uno de los pasajes de su primer cuento “Descripción de una lucha” (escrito en 1903), y es obra del escultor Jaroslav Rona.Representa a una pequeña figura de Kafka sobre los hombros de un hombre sin cabeza.