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domingo, 8 de abril de 2018

Una novela china de CESAR AIRA


Escrita en el tono en que hemos leído la literatura oriental, como una fábula, con metáforas, con imágenes vinculadas a la naturaleza: ríos, montañas, osos, ruiseñores el sol y la luna en sus ciclos, las estaciones, el verano y el invierno y el tiempo, en su enorme extensión y al mismo tiempo, su brevedad.
Lu, el protagonista hace un plan a largo plazo, adoptar una niña para que cuando crezca sea su esposa. Justifica su idea en la arraigada costumbre de los montañeses de mantener relaciones incestuosas.
La historia transcurre en una aldea de China, en una época difusa, probablemente en las décadas 50, 60 y 70. Hay referencias a Chou en Lai, la guerra fría y a la revolución cultural. El marxismo está flotando y en un momento se lo compara con la lluvia, como algo que es inevitable.

A continuación, un párrafo:
Hua, pensaban sus dos contertulios, era un melancólico; por dentro era una verdadera señora; la forma de sus ancas no desmentía su modo de sentarse en el mundo.
Uno de los gatos se hizo notar de pronto, con un pequeño maullido. Como si lo hubiera oído, desde afuera respondió un pájaro, de los que se refugiaban en el alero de Lu los días de lluvia: una golondrina. El gato fue al centro de la sala, y lo siguió perezosamente el otro; los dos eran de un blanco amarillento, uno de ellos con máscara negra. El primero saltó al vano de la ventana y miró un instante, tal como lo había hecho Hua. Después volvieron a sus almohadones. Los sobresaltó un aleteo, y quedaron un rato con las orejas erectas. Había huecos en la inserción de las vigas del cielo raso, y las golondrinas debían de estar presentes también en la reunión, aunque ocultas.
Fue el turno de Lu Hsin de dar su propia opinión sobre el caso:
—A mi juicio, lo que propone Chen con la ambigüedad de su destreza, es nuestra comprensión. Se supone que al fin de una larga o breve deliberación ante sus obras, deberíamos llegar a una comprensión: es real, o es un fraude. Pues bien, en un sentido u otro, nuestra conclusión será incomunicable, por cuanto la comprensión misma es incomunicable. Y no me refiero a una pedagogía… Lo incomunicable lo es para con uno mismo. De ahí que somos nosotros mismos los que no comprendemos nuestra comprensión. —Hizo una larga pausa—. La misión del artista es hacernos comprender eso al menos, y creo que Chen lo hace bien.

Sus amigos asintieron.

domingo, 18 de febrero de 2018

las mujeres de la generación beat

“Hubo mujeres [en la generación beat], ellas estuvieron ahí, yo las traté.
Sus familias las internaron en hospitales psiquiátricos, les aplicaron electrochoques. En la década de 1950 si eras hombre podías manifestarte como rebelde, pero si eras mujer tus mismos familiares te encerraban. Hubo muchos casos que yo conocí, sobre los cuales algún día se escribirá”.
Gregory Corsso

El 14 de enero de 1967 tuvo lugar, en el Golden Gate Park de San Francisco, el mítico Human Be-In Festival, antecedente inmediato del «Verano del amor»  una performance de psicodelia  y las expresiones de aquello que se llamaba la contracultura. Junto con Allen Ginsberg, Timothy Leary y Michael McClure subió al escenario para hacer historia una única mujer: Lenore Kandel. Ella, nacida en Nueva York en 1932, es uno de los numerosos (e ignorados) rostros femeninos que formaron parte de la Generación Beat, que para algunos, cambió la cultura de la segunda mitad del siglo XX.

Se han escrito algunas antologías que recopilan algo de la obra de estas mujeres que quedaron a la sombra de los varones de la beat generation.

En 2015 se publicó en España (pero se puede conseguir acá en la Argentina) un intento por reivindicar su legado, «Beat Attitude, Antología de mujeres poetas de la generación beat», están recogidas allí las obras de diez poetas casi inéditas en español. Con prólogo de Annalisa Marí, también encargada de la traducción y la selección, el libro permite descubrir a autoras como la mencionada Kandel, Denise Levertov, Elise Cowen, Diane di Prima, Mary Norbert Körte, Hettie Jones, Joanne Kyger, Ruth Weiss, Janine Pommy Vega y Anne Waldman.


acá algunas poemas:
LEONORE KANDEL

LEONORE KANDEL:
Dios / Poema de amor

no hay otras vías para el amor que /la belleza/
y yo te amo por todas las vías
te amo / tu verga en mi mano
se aviva como un pájaro
entre mis dedos
mientras tú te hinchas y creces duro
en mi empuñadura
y obligas a que se abran mis dedos
con tu rígida fuerza
eres bello / eres bello
eres cien veces bello

con amorosas manos te palpo
con uñas color de rosa
y dedos largos te acaricio te adoro
con las yemas de mis dedos…
con las palmas de mis manos…
tu verga, que tengo tomada, se eleva y palpita
y es toda una revelación / como Afrodita lo sabía,
hubo un tiempo de dioses purificantes
/ y recuerdo las dulces noches en que
mamamos nuestros jugos
más deliciosos que la miel
/donde tú y yo hemos sido el templo
y el mismo dios/

DIANE DI PRIMA:

DIANE DI PRIMA
Tu lengua…

Tu lengua
es una
exploradora
que rompe
las prisiones
de mi cabeza.


Si me vengo
Si me vengo a vivir contigo,
¿me prometerías
un pedazo de carne los domingos,
una hojita de azucena
para olerla en la almohada,
un queso en el refrigerador,
un beso de lengua
entre las pesadillas?

Si no es así,
no me vengo contigo.


El día que te besé…

El día que te besé, la última cucaracha
se murió. Las Naciones Unidas
abolieron todas las cárceles. El papa
admitió a Jean Genet como miembro
del Colegio de Cardenales. La
Fundación Ford, con gasto enorme,
reconstruyó la ciudad de Atenas.

El día que hicimos el amor, el dios pan
volvió a la Tierra, Eisenhower dejó
de jugar al golf. Los supermercados
vendieron mariguana. Y Apolo leyó
poemas en el parque Union Square.

El día que retozaste en mi cuerpo
las bombas se disolvieron.

  No, pibe…
no pibe
nunca nadaremos
tú y yo al unísono;
pero nuestro sonido
sincopado será salvaje.

  ¿Puedes poseer tierra
puedes poseer casa
poseer derechos sobre el trabajo de otros
(acciones o fábricas o dinero prestado a interés)
Y qué piensas del producto de lo mismo,
cosechas, autos,
aviones arrojando bombas,
puedes poseer propiedades
para que otros te paguen una renta
A quién pertenece el agua
A quién pertenecerá el aire
cuando enrarezca?
  
Los indios americanos dicen que un hombre
no puede poseer más de lo que logre
cargar sobre su caballo.

lunes, 12 de febrero de 2018

Edgar Rice Burroughs y William Burroughs

WILLIAM SEWARD BURROUGHS (San Luis, Misuri, 5 de febrero de 1914 - Kansas, 2 de agosto de 1997) fue un novelista, ensayista y crítico social estadounidense y uno de los principales miembros de la Generación Beat.
Burroughs nació en el seno de una familia acomodada. Su abuelo inventó una máquina de sumar que serviría para fundar la Burroughs Adding Machines, empresa que aún existe (aunque pasó a llamarse Burroughs Corporation antes de la fusión que la convertiría en Unisys).
Terminó sus estudios en la Universidad de Harvard en 1936. Ya desde pequeño descubrió sus inclinaciones homosexuales y su pasión por las armas de fuego, que le acompañó toda su vida. Tras un periodo autodestructivo durante los años cincuenta en que incursionó en el consumo de drogas publicó su primera novela "Yonqui".
La novela relata el proceso de adicción del protagonista. Un amigo le ofrece vender morfina y a raíz de eso, la prueba. Sin embargo, no es un enganche inmediato, según el protagonista se necesitan dos pinchazos diarios durante dos meses para ser verdaderamente adicto a las drogas.  La historia continua con la entrada del protagonista en el mundo de la droga en Nueva York. Durante esa época se dedica a traficar con marihuana y a robarle  a los borrachos en el tren. Después de caer preso decide ir a un centro de desintoxicación donde no aguanta más de una semana y acaba fugándose. Luego viaja a Nueva Orleans, donde el mundo de la droga es más complicado ya que no conoce a nadie allí, mantiene algunas relaciones homosexuales y vuelve a recaer. Es detenido pero huye a México. En México intenta dejar la droga pero vuelve a fracasar una vez más. Finalmente se va a Colombia en busca de una droga desconocida y muy poderosa.

La escritura de Bourroughs tiene una técnica particular, en ella se entrecruzan sueños, fragmentos de relatos en borrador, citas propias y de otros autores, frases de periódicos y revistas, versos de viejas canciones, ideas que aparecen al correr del pensamiento, párrafos de cartas a los amigos carentes de todo contexto personal. Es la técnica del “cut-up” –“cut and paste”, se diría en lenguaje cibernético– o del collage, tan empleada en la pintura. Burroughs grababa al azar ese material aparentemente inconexo, escuchaba luego la cinta y la detenía en un punto para pasar a máquina una frase o varias. El segundo paso consistía en componer un texto doblando una de las páginas mecanografiadas e instalando la mitad en otra página “con la intención de alterar y expandir estados de conciencia en uno mismo y también en los lectores”. Decía que las palabras “están vivas como animales, no les gusta que las enjaulen. Corten las páginas y dejen a las palabras en libertad”.

EDGAR RICE BOURROUGHS fue el autor de Tarzán de los monos. No tiene ninguna relación con el beat. En 1911, después de trabajar como mayorista de sacapuntas de lápiz comenzó a escribir. Edgar era un gran lector de revistas de aventuras (denominadas popularmente "pulp fiction", por el aspecto amarillento del papel barato con el que se imprimían). En 1929, recordó haber pensado que "... Si la gente paga por escritos putrefactos tales como los que he leído en algunas de esas revistas, yo podría escribir historias igual de podridas. Doy por hecho que, a pesar de que nunca he escrito un cuento, ignoraba por completo que podía escribir historias igual de entretenidas y, probablemente, mucho mejores que las que tuve la ocasión de leer en esas revistas". Con el objetivo de su trabajo puesto en estas revistas "pulp fiction", Burroughs escribió su primer cuento, "Bajo las lunas de Marte", publicado en la revista All-Story en 1912.

Burroughs pronto se dedicó a la escritura a tiempo completo, y en el momento en que el recorrido editorial de "Bajo las lunas de Marte" estaba finalizando, había terminado dos novelas, entre ellas "Tarzán de los Monos", que se publicó en octubre de 1912 y se convirtió en uno de sus más exitosas series.
 Burroughs también escribió ciencia ficción popular, con historias de fantasía que implicaban aventureros terrestres transportados a varios planetas (sobre todo Barsoom, el nombre ficticio de Burroughs para Marte, y Amtor, su nombre ficticio para Venus); islas perdidas y en el interior de la tierra hueca en sus relatos de Pellucidar; así como westerns y romances históricos. Junto con All-Story, muchos de sus cuentos fueron publicados en The Argosy.

Tarzán fue una sensación cultural cuando apareció. Burroughs estaba decidido a aprovechar la popularidad de Tarzán en todas las formas posibles. Planeó explotar el personaje a través de varios medios de comunicación diferentes, incluyendo la tira cómica sindicada "Tarzán", películas y diversas mercancías. Los expertos desaconsejaron este tipo de promoción, afirmando que los distintos medios de comunicación al final terminan compitiendo unos contra otros. Sin embargo, Burroughs siguió adelante, y demostró que los expertos estaban equivocados, ya que el público demandaba el personaje de Tarzán de cualquiera de las maneras en que se le ofreció. Tarzán es uno de los personajes de ficción de mayor éxito hasta la fecha y es un icono cultural.


Allen Ginsberg II

Resultado de imagen para allen ginsberg en chileAllen Ginsberg estuvo en Chile en enero de 1960. Vino por dos semanas y se quedó tres meses, la mayoría del tiempo en la casa de Nicanor Parra. Se juntó con Gonzalo Rojas, Ernesto Sábato, Violeta Parra, Jorge Teillier y muchos escritores y poetas de la época.  El "Primer Encuentro de Escritores Americanos" en la Universidad de Concepción fue la razón de la visita. Gonzalo Rojas fue el de la idea: "Todo esto se gestó en noviembre de 1959, cuando me contacté en San Francisco con la librería de Ferlinghetti, City Lights, donde mandé una invitación a cuatro escritores de la Beat Generation. Vinieron dos. Lawrence Ferlinghetti y Allen Ginsberg. Jack Kerouac se excusó".

Nicanor Parra no los conocía, ellos tampoco a él, aunque Parra era citado como influencia para su poesía: en 1954, el poeta chileno había editado los "Poemas y Antipoemas" y en el 56, Ginsberg dio a la luz su célebre "Howl" ("He visto a las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas, histéricas, desnudas/ arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de una dosis furiosa..."). Desde Las Cruces, el antipoeta se recuerda: "Él estaba más bien en la onda gay, era lo que más le interesaba". Cuenta la leyenda que cuando le preguntaron en el aeropuerto a qué había venido a Chile, Ginsberg respondió "Vengo a coger", pero Parra no confirma la anécdota, ni tampoco lo hizo Ginsberg en una entrevista concedida a Noreste en 1987 .


Según la evasiva respuesta de Ginsberg, "puede ser (que haya dicho eso). En Santiago conocí a mucha gente, salíamos a los bares de la calle Alameda... Tengo muchos amigos en Santiago". "Y sepa Moya si lo hizo, esa era su vida privada", acota Parra.
Ángel Parra, que también estuvo con el poeta, cuenta desde París que éste se adaptó muy rápidamente a Santiago y que fue a San Diego a comprarse un overol azul. "De esos que tienen pantalón", recuerda su tío Nicanor en el Litoral Central. "Y nada más, ropa interior, no. Evidentemente que eso llamaba la atención".

Bueno, Ginsberg también llamaba la atención cuando hablaba. En Concepción dijo que era "urgentemente necesario importar algunos kilos de marihuana para los escritores chilenos a fin de despertar su dormida percepción". Para Gonzalo Rojas, "llegó haciéndose, un poco presuntuosamente, el dueño de la cosa, como el desafiante". En todo caso, cuenta que eso era "pintoresco, simpático, con aire de mundo, y sirvió para ventilar al país".

Nicanor Parra se acuerda que Ginsberg se adueñaba de los recitales de poesía. Años después, Parra siguió recitando junto a él en Nueva York y en distintos congresos y siempre llevaba algo preparado para hacerle el peso.

En su paso por Concepción, Allen Ginsberg se instaló ante mil personas en el Foro de la Universidad, leyó poemas de su libro "El Aullido", en inglés, y el escritor Fernando Alegría, que lo había traducido, lo iba leyendo en español en forma simultánea.
 Luego de Concepción, el gringo beat visitó Ancud, Bariloche, Temuco y de vuelta a Santiago. Ginsberg nunca se quedaba en un solo lado y esta no fue la excepción. La capital era sólo la escala para aventurarse en la ruta inca que había efectuado su amigo William Burroughs siete años antes. Claro que en la pasada conoció al clan Parra en extenso y también la bohemia santiaguina de la época. Nicanor Parra lo hospedó cerca de un mes en su casa de La Reina y compartió con Violeta y Ángel Parra, que vivían cerca. Todo esto mientras esperaba que su amigo Ferlingetti, que había vuelto a Norteamérica, le enviara unos cheques que le permitirían ir a Perú y Bolivia.
  De los seis meses que pasó en Sudamerica, tres los pasó en Chile. Luego, partió a Perú, Bolivia, y se fue a la India, a exorcisar los dolorosos recuerdos de la muerte de su madre Naomi Ginsberg, presa de la esquizofrenia, a quien le dedicó su monumental letanía Kaddish que escribió en una sola noche. Poema que hizo poco antes de este viaje. Cuando ya era una leyenda viviente.

sábado, 3 de febrero de 2018

Allen Ginsberg (I)

La generación beat fue un movimiento literario que se inició con la publicación de En el camino de Jack Kerouac y se continuó con Aullido de Ginsberg,  y las obras de William Bourroughs, Neal Casady y Gregory Corso, por nombrar a los más conocidos.

Se confunde muchas veces a este grupo de escritores con los beatniks, en realidad el término beatnik parece haber sido creado por algunos periodistas de San Francisco en los finales de los años 50, como una manera de describir y al mismo tiempo criticar a grupos de jóvenes que empezaron a pulular por las playas y los bares mostrando sus ropas informales y su fanatismopor la última corriente del jazz, el bebop.


ALLEN GINSBERG

Allen Ginsberg (1926-1997), poeta norteamericano nacido en Newark, Nueva Jersey. Portavoz de la Beat Generation de los años cincuenta, cantor de la América underground y voz de vagabundos y marginados, su libro Aullido (1956) constituye una crítica furiosa contra las falsas esperanzas y rotas promesas de la historia de su país.
(dice Wikipedia)
 Tuvo una participación activa en los grupos que se opusieron a la guerra en Vietnam, se asoció al Movimiento por los Derechos Civiles y dio su apoyo a todas las organizaciones defensoras de la libertad de expresión. Es reconocido además como uno de los padres espirituales del Flower Power y del hippismo, movimientos sociales que se extendieron por el mundo entero. Las minorías étnicas, sexuales y religiosas hallaron en él una voz solidaria dispuesta a hacer del compromiso una razón de vida. Fue arrestado en varias ocasiones por encabezar marchas de protesta de toda índole.
 Recibió premios, honores, becas, pero también fue una de las fuentes de mayor energía imaginativa de esa comunidad de mentes lúcidas conformada por los beats y el administrador de lo que muchos en tono burlón bautizaron como la Empresa Allen Ginsberg ("Allen Ginsberg Industries"), que consistía en una oficina en Nueva York financiada por él desde la cual emitía sus 'mensajes’, pero que también funcionó como una bolsa de trabajo para muchos poetas con dificultades económicas.
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LOS BEATNIKS en 1966 grabaron el primer simple de rock argentino «Rebelde» (Moris guitarra y voz, Pajarito Zaguri guitarra y voz, Antonio Pérez Estévez bajo, Javier Martínez batería y Jorge Navarro, teclados)
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Allen se crió en Paterson, New Jersey; fue el segundo hijo de una padre socialista que enseñaba en la escuela pública y una madre comunista, nacida en Rusia, que escapó del terror cosaco en 1905. De niño, su mamá, a quien le hicieron una lobotomía en un manicomio, donde murió, lo llevaba a reuniones del Partido Comunista. Allen decía que el compromiso político de su madre lo estimuló a estudiar derecho en la Universidad Columbia. Ahí conoció y se hizo amigo de Jack Kerouac, William Burroughs y otros, y fue cuando decidió "dejar de hablar con un cráneo hueco" y dedicarse a la vocación de poeta. Allen fue expulsado de la universidad porque un administrador sospechó que tenía una relación homosexual con Jack Kerouac.

Allen intentó seguir una carrera "normal": consiguió un trabajo en una agencia de publicidad y emprendió una campaña para vender el dentífrico Ipana. Pero de inmediato abandonó ese mundo.
  
Desde que empezamos a cambiar
parrandear girar trabajar
llorar & mear juntos
me despierto por la mañana
con un sueño en los ojos
pero tú estás lejos en Nueva York
recordándome Bueno
te amo te amo
y tus hermanos están locos
acepto sus alcohólicos casos
Hace demasiado que estoy solo
hace demasiado que me siento en la cama
sin que nadie acaricie mi rodilla,
hombre o mujer qué me importa ahora,
yo quiero amor
para ello nací
quiero que estés conmigo
Barcos transoceánicos hirviendo sobre el Atlántico
Delicadas estructuras de rascacielos sobre Lakehurst
Seis mujeres desnudas bailando juntas
sobre una plataforma roja
Las hojas están verdes ahora en todos los árboles de París
Estaré en casa dentro de dos meses
y te miraré a los ojos.


En el otoño de 1955, cuando leyó "Aullido" por primera vez en el Six Gallery de San Francisco, electrizó a todos los presentes. A él le sorprendió mucho que ese poema, que no pensaba publicar, pasara a ser el toque que puso en marcha a la juventud rebelde de todo el país. Sufrió ataques de funcionarios del gobierno, la policía encarceló a Lawrence Ferlinghetti por publicarlo y venderlo, y lo llevó a juicio por obscenidad. Cuando ganó en el juicio, "Aullido", que celebraba la enajenación, la rebelión, la sexualidad y el amor, recorrió el país uniendo a los rebeldes.

Existe una película  que cuenta la historia de Aullido, es de 2010 y fue protagonizada por James Franco y  producida por Gus Van Sant. La dirección es de Rob Epstein y Jeffrey Friedman.

Después del olas que provocaron los 60 poco a poco Ginsberg entró en la normalidad. Empezó a recibir elogios y reconocimiento. Lo nombraron miembro de la Academia Americana de Poetas y del Instituto de Artes y Letras. En 1973 obtuvo el Premio Nacional del Libro por su libro The Fall of America: Poems of These States, 1965 to 1971, y fue finalista del premio Pulitzer en 1995 por su libro Cosmopolitan Greetings: Poems 1986-1992


miércoles, 24 de febrero de 2016

martes, 1 de diciembre de 2015

Patricia Highsmith, The Third Ear Band y una perla de Spinetta

En el programa del 30 de noviembre de 2015 hablamos de PATRICIA HIGHSMITH, recordamos sus perversas novelas policiales que fueron llevadas al cine: Extraños en un tren y la saga de RIPLEY.
Escuchamos música de una banda pionera del rock progresivo y de la psicodelia y para decorar, una perla del disco que acaba de salir con canciones inéditas de LUIS ALBERTO SPINETTA.
Para picar, un cuento de Highsmith:

.LA BAILARINA
Bailaban maravillosamente juntos, evolucionando de un lado a otro de la pista a los eróticos ritmos del tango, a veces del vals. A la edad de veinte y veintidós años respectivamente, Claudette y Rodolphe se hicieron amantes. Quisieron casarse, pero su empresario consideró que resultaban más excitantes para los clientes si no estaban casados. Así que permanecieron solteros.
La sala de fiestas donde trabajaban se llamaba «El Rendez-vous» y era conocida entre cierta clientela de hombres maduros y gastados como una cura eficaz contra la impotencia. Basta con ir a ver bailar a Claudette y Rodolphe, decían todos. Los periodistas, intentando poner un poco de picante en sus columnas, describían su número como sadomasoquista, porque a menudo parecía que Rodolphe iba a estrangular a Claudette. La asía por la garganta y avanzaba, doblándola hacia atrás, o retrocedía –daba igual– manteniendo su presa, sacudiéndola a veces por el cuello, de tal modo que su pelo se agitaba furiosamente. El público contenía el aliento, suspiraba y los contemplaba fascinado. La batería de la banda de tres músicos sonaba más alta e insistente.
Claudette dejó de acostarse con Rodolphe porque pesaba que la privación estimularía su apetito. Le resultaba fácil excitar a Rodolphe mientras bailaba con él, para luego abandonarlo con un movimiento brusco, haciendo mutis acompañada por los aplausos y, en ocasiones, las risas de los espectadores. Bien ajenos estaban al hecho de que lo abandonaba de verdad.
Claudette era caprichosa y no tenía verdaderos planes, pero empezó a salir con un hombre barrigudo llamado Charles, de buen carácter, generoso y rico. Hasta se acostó con él. Charles aplaudía con fuerza cuando Claudette y Rodolphe bailaban, él rodeando con sus manos el grácil cuello blanco, ella doblada hacia atrás. Charles podía permitirse el lujo de reír. Se la iba a llevar a la cama luego.
Como sus ganancias iban unidas, Rodolphe le planteó el asunto a Claudette: o dejaba de ver a Charles o él no volvería a actuar con ella. O, por lo menos, no actuaría con las manos alrededor de su garganta, como si fuera a ahogarla en un exceso de pasión, que era lo que venían buscando los clientes. Rodolphe lo decía en serio, así que Claudette prometió no acostarse más con Charles. Cumplió su promesa. Charles se distanció; raras veces se le veía por «El Rendez-vous»; en esas ocasiones andaba triste y abatido y, finalmente, no volvió más. Pero Rodolphe se fue dando cuenta poco a poco de que Claudette estaba viéndose con dos o tres hombres. Empezó a dormir con ellos y el negocio prosperó más que con el rico Charles, quien, después de todo, era un solo hombre, con sólo un grupo de amigos a los que poder traer a «El Rendez-vous».
Rodolphe le pidió a Claudette que terminara con los tres. Ella se lo prometió. Sin embargo, ellos, o sus mensajeros con noticias y flores, continuaron frecuentando el camerino todas las noches.
Rodolphe, que no había pasado una noche con Claudette desde hacía ya cinco meses, pero cuyo cuerpo se apretaba contra el suyo cada noche ante los ojos de doscientas personas… Rodolphe bailó un tango magnífico una noche. Se apretó contra ella como de costumbre y ella se inclinó hacia atrás.
–¡Más! ¡Más! –gritó el público, hombres en su mayoría, cuando las manos de Rodolphe oprimían la garganta de ella.
Claudette siempre fingía sufrir, amar a Rodolphe y sufrir a manos de su pasión durante la danza. Esta vez no se levantó cuando la soltó. Ni él la ayudó, como solía hacer. La había estrangulado, con tanta fuerza que ella no pudo gritar. Rodolphe salió del pequeño escenario y dejó a Claudette allí para que otros la recogieran.