el fundador: JULIAN AXAT
el jefe: MARIANO MAFFIA
el bicho: RODOLFO SECCO
el negro: GABRIEL SAGASTUME
columna de arte: ANONIMO

Buscar este blog

Archivo del blog

martes, 16 de febrero de 2010

un cuentito del Jefe


Primero de la Trilogía. ROUGE
El Descuido.
2.00. A.M. El monitor ha quedado prendido, lo que llama la atención de Legítima que se ha levantado para ir a realizar esa actividad nocturna. Se asoma por la puerta del dormitorio y lo ve a Filmus dormido en el sofá.
Embargada por la curiosidad se acerca a leer los renglones que resaltan del texto. Quién es ELLA? Seguramente quien lo mantiene tan distraído y distante. Además, la menciona con mayúscula. Evidentemente para él es sumamente importante. Que desdicha. Ser engañada con tanto descaro. Además ve que hay Otra.
Presa de una gran indignación, consulta los correos anteriores y el nombre de Rodolfo se repite a diario. Uno o dos por día son de Rodolfo. Elige uno al azar y, con temor a que Filmus se despierte, lo mira rápido sin alcanzar a leerlo pero logra ver la palabra ELLA. Y otra vez y otra vez. Ya no le interesa ser descubierta y comienza a leerlos detenidamente. Evidentemente, Rodolfo es cómplice de su engaño. Vuelve a seleccionar otro correo y nuevamente aparece ELLA. Pero ahora hablan de la tersura de su piel, del atrevimiento del tajo de su vestido. Esto ha llegado muy lejos. Comparte la amante con Rodolfo y además hay otra. Cuántas más?
El trabajo, resulta que tampoco es su trabajo. Siempre estuvo convencida que su marido trabajaba en una oficina y viene ahora a enterarse que diariamente concurre a un jardín o a una plaza a la que Rodolfo, obviamente en clave, llama despacho y le pondera la forma como cuida sus Flores cada vez que lo visita.
Alienada toma el cortapapel, regalo de su padre, que descansa en el escritorio y lo entierra en el tórax de Filmus quien abre los ojos y la mira sorprendido mientras se desangra en el blanco de los sillones que acababan de comprar.
Fin 17/4/07.
Para mi gran amigo Fibrilator, cuento que escribimos juntos en dos meses.

Segundo de la Trilogía BLANCHE
El Velorio.

La Sala Velatoria C de Casa Osacar se encontraba llena de gente de entre treinta y cincuenta años. Algunos murmuraban, otros permanecían en silencio.
En el centro de un grupo numeroso sobresalía entre los demás Rodolfo quien, con ademanes en sus manos y esa gran cadencia al hablar, explicaba a los oyentes que lo rodeaban la tragedia del amigo común. Jugábamos a ser escritores y eso no podía pasar de un juego, pues con tantos golpes recibidos en la adolescencia en nuestras cabezas a consecuencia de la práctica de un deporte de brutos, ya no distinguíamos cuál debía ser el planteo, cuál el nudo y ni hablar del desenlace.
Ambos también padecíamos diversas dolencias producto de los años y de la genética. Yo sufro del corazón, lo que me mantiene bastante limitado y el pobre Filmus padecía de su columna vertebral. A raíz de ello, encontramos en la correspondencia una forma de entretenimiento, una manera distinta de reírse de uno mismo y hacer reír al otro, sorprendiéndolo con alguna sutileza.
Pero la realidad siempre supera la ficción, eso siempre me recordaba el pobre difunto. ELLA resultó ser mejor actriz de lo que imaginamos en nuestro epistolario y, evidentemente, Legítima tenía algo más que reprocharle. De la Otra, Rodolfo se abstuvo de hacer mención.
Apareció un señor vestido de negro y pidió amablemente que desalojaran la Sala para poder preparar el féretro. En la soledad de la sala se encontraron, lo que quedaba de Filmus y el técnico con su soldador de mano. Este, con su herramienta, cerró definitivamente la caja de sorpresas.
Fin

A mi querido Hijo judicial, el Mocoso, manantial de ideas y usina de proyectos, responsable en gran medida que hoy todos tratemos de escribir algo, aunque sea en broma.
Tercero de la Trilogía BLEU que debe leerse Noire.
El Juicio.

Legítima, inmediatamente de producido el deceso de Filmus se entregó a la autoridad.
El juicio no tardó en llegar. La calificación sustentada por la instrucción era homicidio calificado por el vínculo. Legítima había confesado al momento de recibírsele declaración que, presa del engaño había acabado con la vida de su antes amado y ahora no tan querido ex esposo.
En pocos días la causa fue elevada a Juicio, aplicando, erróneamente, el proceso de flagrancia. Fue una Fiscal con nombre de canción de Clapton. y apellido de sopa.
A consecuencia de concursos ganados, cargos vacantes, y demás desórdenes en el Ministerio Público, el Fiscal de Juicio designado por Disposición Superior, resultó ser, el doctor Black Motoneta Sepúlveda.
Se abrió la sesión y cuando el presidente del Tribunal le concedió la palabra al fiscal para que formulara su lineamiento, éste, luego de una pausa, manifestó: Excelentísimo Tribunal, lamento decepcionarlos con lo que será mi discurso. Esta fiscalía va a desistir de la acción por que la imputada ha obrado por error de hecho no imputable, expresamente contemplado en el art. 34 inc. 1º del Cód. Penal. Eso es Justo.
Fin
A mi gran amigo y respetable Fiscal de Juicio, ex com y gran ser humano Gabriel.

MARIANO MAFFIA

la columna de bicho 2


¿QUÉ HUBIESE PASADO SI LA CASA ESTABA EN ORDEN? (emitido el 22/4/07)

Sí, tenemos algo personal con ellos como dice Serrat, veinte años no es nada, pero fueron peligrosos.
Hace veinte años se pintaron la cara, vaya a saber uno por qué, para tomar Campo de Mayo y poner en jaque a nuestra joven democracia, necesitaban frenar los juicios contra los represores de la dictadura, acusados de violaciones a los derechos humanos.
El “nabo” Barreiro fue uno de los principales, ya se había negado a presentarse ante la Justicia Federal por el secuestro y muerte de un grupo de militantes en el Centro Clandestino La Perla de donde fue Jefe en los años de plomo.
Luis Polo ex Teniente Coronel que le dio refugio en su regimiento cordobés; Enrique Venturino, hizo el trabajo de inteligencia para el copamiento.
Breide Obeid, uno de los que habló en esa semana con el Presidente y EL JEFE ALDO RICO a quien esta generosa democracia, le permitió vivir en libertad y ser Intendente dos veces de San Miguel y después se sucederían otros motines generados por Mohamed Alí Seineldín quien hoy sostiene que “…el País fue demolido por armas como el indigenismo, el ecologismo, la droga, la prostitución y el control de la natalidad…” (Pág. 12, 15 de abril).
Luego se dedicaron a la política, negocios y a escaparle a la Justicia por sus crímenes durante la dictadura.

Había ocurrido años atrás, un golpe contra el Presidente Illia, en el que alguno de sus participantes reconocieron el error y hasta pidieron perdón, Lanusse dijo que fue “el error mas grave que cometió en su vida”, el Coronel Perlinger quien esa madrugada de 1966 fue a pedirle al Presidente que abandone el poder, recibió como respuesta “Sus hijos se lo van a reprochar”, pidió perdón por carta: “Usted me dio esa madrugada una inolvidable lección de civismo, usted transformó en auténtico demócrata a quien lo estaba expulsando. Perdón y mi agradecimiento por la lección que me dio”.
Pero claro, todo esto llega tarde, ese político honesto había muerto, el que apoyó las instituciones médicas y educacionales, dándole a nuestro País el nivel educacional mas alto de la historia, el que nunca negoció con autoridades extranjeras empeñadas en hacernos trampas con algunos contratos para beneficiarse inadecuadamente, fue fuertemente criticado por lento, la broma mas conocida fue arrojar tortugas en la calle Florida y hasta Mafalda le hacía chistes, de los cuales años después Quino se arrepintió.
Hasta parece mentira que en tan poco tiempo se torne demasiado extenso relatar su obra de gobierno.

Esta vez las disculpas nunca llegaron, ni siquiera una mínima reflexión, aprovechando que usted vive, claro.
Ese 30 de octubre de 1983 miles votaron por primera vez y en usted depositaron su confianza.
Usted nos mintió, estaba obligado a hacerlo, debía como Presidente evitar un mal mayor, la democracia estaba en peligro y debía trabajar para “consolidar la paz interior” como sostiene el preámbulo que recitaba en campaña.
Tampoco a usted le gustaron esas leyes que tuvo que impulsar.
Pero sí llevó adelante un juicio mayúsculo, ejemplo en todo el mundo, justo, plagado de garantías, para condenar sin violencia y con Justicia.
Eran mentiras que la casa estaba en orden, nos ocultó la verdad, porque si nos hubiera dicho que la casa no estaba en orden, ¿qué hubiese pasado?

Fernando Noy



PESO PLOMO
No necesito nada más que esta lapicera
prestada por el mozo
ni otro sobre de azúcar para el café
bramando en la resaca
tampoco el pago de una cerveza octava.
Guardo intacto
el coraje de hacer un paga Dios
como en los setenta
por las farmacias de turno
cuando la poesía anfetamínica
se compraba sin receta.
Viajo solo en medio de la huelga
entre panzas vacías
con razón vociferantes
y ningún encontronazo
junto al musculoso estibador
mientras dura la espera
en la protesta augusta
que hasta cortó la calle
con su semáforo
chorreando lágrimas de sangre.
Masacre sin piedad
para los mustios habitantes
de bairestremens.com.
Mientras leo en cerebros
de los otros viajeros.
Ese, de anteojos negros,
va a llegar tardísimo a su cita
con el andrólogo.
El que viaja a su lado
sólo piensa en robar
la corona de oro de la Virgen del Once
pero también
el busto de bronce de algún prócer
para revenderlo
enseguida
a peso plomo,
vapuleo.
Así nace esta queja
sobre mi cuaderno Avon
en pleno verano
cuando el hospital de poetas
parece aniquilado
aunque nunca existiera la cura
de sus males
ni siquiera un cuarto gratis y fresco
donde no morir de pie.
Ahora,
destrabada la marcha
con las vitrinas de El Molino
destrozadas a huevazos
es cuando el maldito patrullero
se sube a la vereda
y como a la estatua de Santa Claus
me alumbran
entre dátiles
aunque igual nada vieron.
Mayor fue el miedo
de volverte invisible.
A distraerse ahora
con tu milonga hacia la autopista
Tacos de punta baratos hundidos en la brea
hirviendo aún más que el cuerpo
del que paga
y al finalizar la faena
regresar leyendo esos versos abyectos que has escrito.
Soy el que cree en la avenida Corrientes
acunadora del tango y de Tanguito
que se incendia en el río
justo cerca de la Casa Rosada
ese postre fucsia envenenado
en los cachetes.
Confundo palomas con empleados
de oficina
usan la misma gris corbata
que les impide el vuelo.
Soy quien cantara a Safo
además de encerar los dedos
de la hidra de Lesbos
con ungüentos de acero
pero ahora
ni consigo colarme
en los recitales de Gal, Chavela
o La Felipe.
Igual
como siempre
el buen clima regresa
tras la huelga a lo lejos
cada vez más ajena.
A causa de ella
me pasé de parada
pero sigo escribiendo.
Es preferible el asco bien narrado
a la culpa de sobrevivir triunfales.
Sin tener cómo,
dónde,
cuándo
a quién decirlo.
Este poema pertenece a "La orquesta invisible", de Fernando Noy

instrucciones para construir una isla. Julián Axat



JULIAN AXAT

Instrucciones para construir una Isla

“Tarde o temprano todos buscamos salir del cotidiano opresivo, para que los demás ingresen al nuevo jardín y entiendan la forma de nuestra felicidad”
Michelle Houellebecq
La posibilidad de una Isla



A Mariano Maffia y al Bicho Secco-


“Hay un fantasma que recorre los pasillos de las oficinas, ese fantasma es el de los hacedores de islas…”. Las islas existen. Quizás sean imperceptibles para algunos. No para otros. Estos últimos suelen disfrutarlas con ese placer de sentirse a gusto con los logros obtenidos a través de la propia modestia. Claro, después de tanto tiempo de elaboración y esfuerzo, no hay otra posibilidad que la de recostarse en ese lecho de laureles y flores; y descansar, descansar de toda esa abulia generada por miles y miles de papeles cosidos con piolín, hojas membretes, uso oficial, firma y sello, su despacho, será justicia, me dirijo a usted, que vengo por el presente, etc., etc. Si tenemos que describir las características de una isla y compararla, hacer metáfora para entendernos mejor; yo diría que una isla es como un respirador artificial para evitar la asfixia (perdón Piglia), un oasis en el desierto (metáfora gastada si las hay), un claro en la tormenta o un páramo en el medio de la ciénaga. El problema no es definir una isla, sino construirla, darle vida y mantenerla. Ya lo adelanté en un principio, para eso se necesitará tiempo (factor cronológico), luego candor (factor estoicismo) A nosotros nos interesará construir una isla en un ámbito específico; no en cualquier ámbito. La Justicia. Sí, escuchó bien: dar a cada uno lo suyo (juistitia est sum cicue tribure). Ahora bien, el Poder Judicial es un espacio demasiado abarcativo, habrá que reducirlo un poco, no vaya a ser que generalicemos tanto que después recibamos la queja de nuestros aficionados a las islas que no se puede transpolar estas instrucciones a otros lares. Entonces, ahora sí, hablando más específicamente, nos dirigimos a una sección de ese ámbito: el Fuero Penal, la Justicia Penal. Allí donde el día a día consiste en robarle la única dignidad que les queda a los pobres, allí donde el valor del papel con el que se hace y cose un expediente tiene un costo mayor que el de la persona que figura en nombrada la carátula. Pero mejor no nos pongamos en moralistas, eso sería matar con prejuicios estas instrucciones. Tratemos de ponerle un punto final a este asunto con una declaración de principios que nos sirva para clausurar posiciones de entrada: somos abolicionistas, pero preferiblemente que no se note esto de “istas”. Que lo sepan sólo aquellos que lean estas instrucciones (en adelante nuestros cómplices). Declaro: si fuera por nosotros, haríamos volar en pedazos todo el sistema penal, una bomba de tiempo estaría bien (con efecto retardo, así podemos escapar nosotros), y que vuelen como ratas, con sus togas, floripondios y armiños, una pira de expedientes y nosotros saltando alrededor de la hoguera. Ya está, dije lo que tenía que decir, descargué todo el contenido subversivo de mi conciencia tribunalicia. Ahora volvamos a lo nuestro, a nuestra isla: uno tiene que estar dispuesto desde un principio a que lo vapuleen de aquí para allá, Sr. Fulano, tráigame esto, Sr. Mengano aquello, venga para acá, lleve, sostenga, cebe, atienda, despache, anote, releve, confronte. Como siempre, los lacayos y siervos son la polea del sistema, digamos, nada funciona sin ellos. Ya es tema bastante trillado: los mayores monstruos del siglo XX, son esos personajes anodinos, indiferentes y buenos padres de familia, grises de rostro, engominados, de saco y corbata, perdidos en algún lugar de la administración, que hacen circular la cadena de pases y contrapases que llevará finalmente a miles de personas a una Cámara de Gas. Cuando alguno de ellos interrumpe su función, una huelga, una carpeta médica, reunión de padres en el colegio; el sistema se bloquea, habrá entonces un palo en la rueda para sacar de inmediato, todo debe volver a la normalidad. Para ello el sistema tiene preparado un montón de instrumentos de sutil amedrentamiento: Sr. Fulano, sus vacaciones, las recuerda…
Sólo las islas pueden rescatarnos de este problema. Pero ahora que lo pienso mejor, trataré de ser más didáctico y elaborar las instrucciones recurriendo a la anécdota de mi amigo Bermúdez, un experto constructor de islas, una suerte de alter ego que cumple las reglas a pie de juntillas, cabe decir, mejor que yo. Y ya que estamos hablando de los monstruos burocráticos, porqué no aprovechamos la jerga Kafkiana –que siempre viene bien y está a mano de los literatos de turno como uno–, para llamar al Sr. Bermúdez de otro modo, pongamos así: el Sr. B…. Comencemos entonces nuestra anécdota. El Sr. B… ingresa al Poder Judicial cuando tiene la edad de 20 años, necesita trabajar, tiene hijos, mujer, etc. Desde ya que ingresa por la puerta trasera, como siempre habrá por allí un amigo, un primo, un papá, etc. La Cossa Nostra tiene sus códigos, sus influencias; te invito a pertenecer… dice un miembro de la familia judicial (pongamos para el caso un amigo del Sr. B…). Pero eso sí: nunca nos cuestiones… Si aceptas las reglas, si querés entrar, entonces: omertá (esto último lo agregamos nosotros para darle un cariz más académico a la cosa). Nuestro Sr. B… no cuestiona, acata, su amigo lo invita a ser cómplice y él elige. Veamos más de cerca el discursete que le hace su amigo antes de ingresar al escalafón: Acá nada de revoluciones, ni de infidelidades. Honrar el cargo señor… trato hecho, ahora es parte de la familia judicial, la paz de espiritual de obtener mensualmente pan para tu boca y los tuyos, la tasa de justicia, la feria… Además cumplirás con tu deber, ese es un goce... Tu deber. El trabajo no deshonra, ennoblece, la vida es un deber, compañero judicial. Entra, siéntate, son seis horas apenas: cose expedientes, escribe, atiende... Pero eso sí, nada de engañifas, ni simulaciones, ni sofisticaciones (?). ¡A trabajar!. Si tu labor es limpia, exacta y voluntariosa, los jefes te felicitarán, hay que ser serio, honesto y sin vicios. Ahora vete contento, a cumplir con tu deber, y luego vuelve a tu casa, y siéntete feliz. Pero vuelve mañana; y todos los días durante 25 años que siguen; durante los 9125 días que llegues a esa casa de Justicia, hasta obtener tu jubilación. Entonces en ese momento gozarás del sol; y al día siguiente te morirás. ¡Pero habrás cumplido tu deber!

Pero dejemos atrás esta perorata y analicemos un día en la vida de nuestro héroe. Observemos cómo el Sr. B…., a pesar del esfuerzo y el costo que tiene, se las ha ingeniado para respirar en ese mundo.


**********

Desde hace 30 años que el Sr. B… se levanta todas las mañanas a la misma hora. 6:25. Ni un minuto más ni un minuto menos. El día anterior no necesitará colocar el despertador ni pedirle a su mujer que lo despierte. Durante todos esos años la puntualidad con la que abre sus ojos ha sido la muestra suficiente de que su reloj biológico funciona, podemos decir, casi a la perfección. Si acaso se retrasa o se adelanta unos minutos, su cuerpo ya no será el mismo, estará toda la mañana regañándose por esa breve desprolijidad, por esa minucia del tiempo que pudo escapar a su ritual matutino. El Sr. B… se va incorporando lentamente, con suma meticulosidad, de forma tal de no despertar a la Sra. Z, va plegando el raso de las sábanas por la mitad, hasta que tiene todo su cuerpo fuera de la cama, entonces se sienta en un recodo y comienza a desperezarse. En ese breve instante ladea sus hombros para desentumecerlos y deja que su mente se suspenda, que ningún pensamiento interrumpa el placer de sentir el último resabio del sueño, si es que esa mañana recuerda haber soñado. Luego apoya los talones sobre la punta de las pantuflas que apenas se asoman debajo de la cama, y en ese movimiento las va arrastrando hasta calzarlas, se para y toma la robe de chambre que todas las noches la Sra. Z… se encarga de dejarle preparada en una silla a su lado. Se dirige hacia la cocina, al otro extremo del pasillo, donde carga agua de la canilla en la pava, con un fósforo enciende la hornalla y la deja calentando mientras retoma el pasillo para ingresar al baño. El Sr. B… se lava la cara mirándose en el espejo, es común que toda su cabellera, ya hace veinte años completamente blanca, se arremoline sobre la frente. Entonces toma un frasquito azulado que descansa sobre el botiquín y cuya etiqueta reza: Lord Cheseline, desenrosca la tapa y unta uno de sus dedos con el contenido, una sustancia fría y acuosa que al principio le estremece el cuero cabelludo, pero a medida que lo vaya esparciendo por la extensión de su cabeza, de forma que no queden a la vista grumos azules, se irá acostumbrando a esa sensación, hasta perderla del todo. Luego saca un peine del cajón con el que traza una línea perfecta desde la base de la nuca hasta la marca de la sien, justo sobre el perfil izquierdo. La línea está tan cerca de la oreja que resulta imperceptible. El pelo parece pegado, como relamido, brillante, sin separaciones entre filamentos, a cierta distancia podríamos jurar que el Sr. B… lleva pegada una hoja blanca sobre toda la superficie del cráneo. Cuando termina de peinarse levanta la tapa del inodoro y un largo chorro, que tiene calculado dura cincuenta segundos, a veces cincuenta dos, pocas veces un minuto; será el primer ruido seco de la mañana que el Sr. B… sabe en un descuido podría despertar a la Sra. Z… todavía durmiendo en la habitación al final del pasillo. Vuelve a la cocina, esta vez va arrastrando sus pantuflas por el camino, le divierte que los mosaicos estén tan lustrosos y que la Sra. Z… venga todos los días al mediodía y repase la limpieza de la casa que existe desde que sus hijos se hicieron grandes y se casaron. La pava apenas echa algo de vapor pero no silba. Apaga la hornalla, saca los pocillos y el frasco de café del aparador, agrega una cucharadita en cada uno y vierte el agua hirviendo con la delicadez suficiente para que no se derrame una gota por fuera. Los apoya uno por uno sobre la bandeja y regresa haciendo equilibrio, ahora sí caminando, hacia el final del pasillo. Ingresa en la habitación, deposita la bandeja en la mesita de luz que corresponde a su lado y levanta la persiana suavemente, hasta la mitad, sin que las maderas se entrechoquen y la cinta que se enrolla cruja de más. El Sr. B… acerca la comisura de los labios a la frente de su mujer y la besa, le susurra un entrecortado buen día. Ella de a poco va abriendo los ojos, mira a su esposo sonriente mientras con una mano le acomoda un filamento canoso que logró escaparse de esa masa reluciente, pegoteada y compacta que es su cabeza. Ya en la calle, el Sr. B… tiene matemáticamente calculados cada uno de los pasos que separan las doce cuadras de su casa hasta el trabajo. 438 pasos de medio metro cada uno, cuya duración por paso es de 5 segundos por minuto, los que multiplicados por 438 da un total de 2190 segundos; es decir 36 minutos exactos y cronometrados entre su casa y el viejo Edificio de Tribunales. Si el Sr. B… logra mantener esa distancia (medio metro), si logra sincronizar el tiempo (5 segundos por paso), se dará el placer de dar el paso 725 a las hora exacta de las 07:30, con un pié traspasando el umbral que separa el largo pasillo de la puerta de la mesa de entradas de su glorioso Juzgado en lo Criminal y Correccional nº 1, donde cumple la función de Oficial Primero. Si acaso, ese día se distrae en el camino, tropieza con alguna baldosa, si se cruza con alguien conocido obligado a detenerse por segundos, el día no será igual, el Sr. B… se mostrará al público con cara de perro toda la mañana. Esto lo reflexiona con su psicólogo los días miércoles por la tarde, arrojado en el diván, escuchemos que le dice nuestro héroe: “… Usted entenderá Licenciado, un desfasaje, una milésima de segundo que se escapa en esa rutina matutina y me asalta el horror, el pánico, todo el mundo se cae en pedazos, insulto a mis compañeros, a los abogados de la mesa de entradas, a mi mujer cuando vuelvo del trabajo; no sé qué hacer Licenciado, ¡dígame!, ¡porqué ocurre esto!...”. Por suerte, esos días en la vida del Sr. B… son una excepción; el paso 725 es comúnmente dado a la exacta hora 7:30 AM. Entonces irá a preparar un mate para los compañeros que vayan llegando. Primero aparece Tito, jefe de despacho que atiende la mesa de entradas; la Dra. W, la Secretaria, Manolete el oficial 6º y el resto de los practicantes Ad honorem. Por último y como es habitual, a eso de las 10:00 AM llega el DR. X, el SR. Juez. Podemos decir que el Sr. B… se divierte, entre mate y mate podemos encontrarlo displicente escribiendo despachos, ordena causas en los casilleros y hace chistes con los compañeros, vuelve a cebar unos mates, atiende con caballerosidad a los abogados que se presentan en la mesa de entradas, vuelve a cebar otros mates y pone sellos en los lugares menos ocurrentes de la hoja, modifica los caracteres de su firma todos los días. Cuando los guardias hacen llegar al preso, le hace sacar las esposas de inmediato, prepara la mejor silla del Juzgado y llama al empleado de la cocina para que se le sirva un café con tostadas. El intercambio de esa mañana es como siempre sumamente cordial, el Sr. Carlitos le habla de la vida carcelaria, del motín que están preparando, pide consejos sobre su causa al SR. B… quien le susurra por lo bajo la mejor estrategia para su defensa: … usted dígale a su defensor que tire una excarcelación en diez días, el resto me lo deja a mí que yo convenzo al Dr. X… la charla dura exactamente diez minutos, el Sr. B… hace pasar al SR. Carlitos al despacho de la DRa.. W, quien –como es su costumbre– le va a hacer rezar un padrenuestro para que el proceso termine pronto. Rato después, exactamente a las 10:00hs AM, el Sr. B. va a coser un expediente todo descuajeringado que acaba de ingresar desde la Fiscalía. Pero para un trabajo tan meticuloso, se dirigirá a la vieja Radio Ranser, sintonizada hace quince años en la única frecuencia: 91.7, la que justo a esa hora transmite el programa Collar de Perlas, conducido por tres jubilados del Poder Judicial quienes pasan revista de las anécdotas de aquellos años gloriosos en los que se hacían la rata en pleno horario de trabajo, para encontrarse en un cafecito a pocas cuadras y departir sobre fútbol, música y literatura. El SR. B… los conoce, la cultura de hacerse la rata viene de esa yunta. Pero esa mañana nuestro héroe ha decidido hacer buena letra y prefiere conservar la excusa que lleva correspondencia. A eso de las 11:00hs de la mañana, el Sr. B… le toca llevar una pila de expedientes para la firma al despacho del DR. X, quien desde el momento que lo ve entrar, y ya sabe que, como es habitual, le dejará los restos de un acertijo que nuestro Sr. B… le estuvo inventado esa mañana para que su señoría se quede meditando el resto de la tarde. Esa mañana el acertijo dice así: “camina en cuatro patas por la mañana, en dos al mediodía, en tres por la noche…”. El DR. X. levanta el papel con sus manos, lo mira a trasluz y se dirige a nuestro héroe como cansado: Usted es una persona brillante, con estas adivinanzas podría haber dado la vuelta al mundo haciéndose famoso… yo soy un Juez miserable e ignorante… que siempre escribo las mismas pavadas en mis sentencias. En eso el SR. B… lo interrumpe con gesto adulador: Disculpe su señoría, pero usted es un gran descifrador de enigmas, usted todavía tiene tiempo de ser un poeta… un gran humanista…El SR. B… sabe que está haciendo teatro, hay que elogiar a su señoría para que se agrande, para que se llene de orgullo de sí mismo. Hace veinte años que el Sr. B… aprendió que no hay mejor manera de conservar la alegría matutina que tirándole flores al amo, invitarlo a comer asados, llevarle el mejor vino, tratarlo de Dr., etc. Pero esa mañana el DR. X. tiene varias cosas para decirle: … Sabe una cosa Sr. B, usted es una persona cumplidora, honesta, a esta altura nadie puede decirle nada, yo sé muy bien, yo tengo mis confidentes, que hace muchos años usted me viene engañando, que engaña al sistema diciendo que trabaja y trabaja, pero en el fondo, ha utilizado este tiempo para nutrir su espíritu a cambio de una paga. Pero a mí no me importa Sr. B… usted me abre el Juzgado, usted se ríe, usted canta, usted ceba mate, usted usa la fotocopiadora para multiplicar sus poemas y hacerse la rata por media hora, y no me importa. Y sabe porqué no me importa, si usted me caería mal, usted estaría en la calle. Siga con su rutina Sr. B… como siempre me devanaré los sesos toda la tarde, pero mañana tendrá la respuesta a las 11:00hs AM. Cuando el Sr. B… sale, esta vez estará bastante confundido, pero seguirá con la rueda de mate como si nada hubiera pasado. Podemos decir a esta altura que todos los empleados de su Juzgado son sus alumnos, su antigüedad le da derecho adquirido a dar consejos de viejo Vizcacha. Tarde o temprano todos ellos serán especialistas en hacerse la rata y construir una Isla.


**********

Volvamos a las instrucciones para construir una isla. De acuerdo a las enseñanzas del Sr. B. podemos sacar las siguientes conclusiones. Primero, una Isla requiere: a) Hacernos los honestos y trabajadores. El SR. B… recomienda abrir el Juzgado en hora, atender gente, coser expedientes, etc. Que se note que uno pone el lomo; b) Cumplir la rutina a pié de juntillas. El SR. B… recomienda: cumplir los horarios (fundamental); c) Mostrarse sonriente y cebador de buenos mates. El SR. B… recomienda: cebarle mate al patrón y hacerle ricos asados, regado con buen vino. Estas tres premisas son la base del estoicismo que puede ser resumido en la frase: Hazte la fama y échate a dormir. Ahora bien, nadie dudaría del buen ejemplo dado por el SR. B… a sus adláteres, en esos lugares nadie pondría en duda la hipocresía. Ahora falta lo más importante de la Isla, aquello que no estaba previsto por el Sistema, lo segundo: a) Mientras que uno mueve las manos y copia clichés, el SR. B… nos recomienda: hay que poner la imaginación en otro lado, como pensar en la vida que transcurre afuera, escribir con la mente, leer un libro, escuchar música, escribir un cuento o poesía en pleno trabajo (este cuento es un ejemplo de ello), etc.; b) Meter un palo en la rueda. El SR. B… recomienda: convencer al Sr. Juez que tenga más piedad, que observe determinados puntos no previstos, hacerlo que se olvide o confundirlo con la narración de los hechos que juzga, desde ya, siempre: in pro del reo; c) hacerse la rata: calcular el horario en el que la oficina está más tranquila, y uno pueda pasar desapercibido, entonces, salir a tomar aire y tomar coffe por allí; d) el trabajo de conciencia. El SR. B… recomienda: adoctrinar a los ingresantes al sistema en el tema de las Islas. Nuestro entrañable personaje sueña que algún día ese mundo será un mar de islas interconectadas entre sí. Entonces, no será necesario cumplir con las premisas dadas en a), b) y c)

********

Son las 13:30 hs. El SR. B. saludo a sus compañeros de trabajo, se despide en su despacho del SR. X y finalmente cierra la mesa de entradas. Cuando sale no tiene que contar sus pasos hasta su casa. Olvida la rutina que lo trae, el mundo es tan incierto como lo será el almuerzo que le prepare la Sra. Z a su regreso, los versos de la poesía que escribirá esa tarde o los amigos que lo visitarán esa noche. Vemos alejarse al Sr. B…, en su rostro podemos entrever una muesca en sus labios, es un gesto de felicidad.

Idea Vilariño




Cuando Compre Un Espejo Para El Baño

Cuando compre un espejo para el baño
voy a verme la cara
voy a verme
pues qué otra manera hay decíme
qué otra manera de saber quién soy.
Cada vez que desprenda la cabeza
del fárrago de libros y de hojas
y que la lleve hueca atiborrada
y la deje en reposo allí un momento
la miraré a los ojos con un poco
de ansiedad de curiosidad de miedo
o sólo con cansancio con hastío
con la vieja amistad correspondiente
o atenta y seriamente mirarme
como esa extraña vez-mis once años-
y me diré mirá ahí estás
seguro
pensaré no me gusta o pensaré
que esa cara fue la única posible
y me diré esa soy yo ésa es idea
y le sonreiré dándome ánimos

El mar no es más que un pozo de agua oscura,
los astros sólo son barro que brilla,
el amor, sueño, glándulas, locura,
la noche no es azul, es amarilla.

Los astros sólo son barro que brilla,
el mar no es más que un pozo de agua amarga,
la noche no es azul, es amarilla,
la noche no es profunda, es fría y larga.

El mar no es más que un pozo de agua amarga,
a pesar de los versos de los hombres,
el mar no es más que un pozo de agua oscura.

La noche no es profunda, es fría y larga;
a pesar de los versos de los hombres,
el amor, sueño, glándulas, locura.

POEMA 19
Quiero morir. No quiero
Oír ya más campanas.

Campanas -qué metáfora-
o cantos de sirena
o cuentos de hadas
cuentos del tío -vamos.

Simplemente no quiero
no quiero oír más campanas.

el mercenario 7. peter gabriel

Cuando escribí esta canción estaba obsesionado con la radio de onda-corta y
siempre estaba asombrado por el modo en que la señales de radio se
incrementan conforme desaparece la luz del día. Sentía como si los niveles
de energía psíquica también se incrementaran por la noche. Había tenido un
sueño apocalíptico en el que las barreras psíquicas que normalmente nos
impiden ver los pensamientos de los demás habían sido totalmente erosionadas
provocando un diluvio mental. Aquellos acostumbrados a tener sus
pensamientos mas profundos a la vista manejarían este torrente y aquellos
propensos al encubrimiento se ahogarían en el.
“También recuerdo la noche en que fue escrita. Era una calida noche de
verano y yo estaba en la ladera arriba de mi cabaña. Con mis ojos cerrados
solía ir a cientos de lugares y ver donde me encontraba y buscar plantas y
animales de importancia (había estado leyendo libros sobre los indios
norteamericanos y las aventuras de Carlos Castaneda). Sentí como si hubiera
encontrado un punto de energía en la ladera y tras una ráfaga de meditación
me lancé cuesta abajo a escribir. En el caso de ‘Flood’ sentí como si la
canción estuviera escribiéndome y no yo escribiéndola.” (PETER GABRIEL)



AQUI VIENE EL DILUVIO
Cuando la noche aparece, When the night shows
las señales crecen en los radios the signals grows in the radios
Todas las cosas extrañas All the strange things
van y vienen como advertencias tempranas, they come and go, as early warnings
La estrella de mar encallada Stranded starfish have no place to hide
no tiene lugar donde esconderse,
Aun espera el oleaje de la marea oriental, still waiting for the swollen Easter tide
No hay adonde dirigirse, There's no point in direction we cannot
Ni siquiera podemos elegir un lugar. Even chose a side
Yo tome el viejo camino, I took the old track
El hombro hundido, a través de las aguas, the hollow shoulder, across the waters
En los altos riscos On the tall cliffs
Ellos se hacían viejos, hijas e hijos they were getting older, sons and daughters
El infierno hastiado surcaba lo alto, The jaded underworld was riding high
Olas de acero arrojando metal al cielo, Waves of steel hurled metal at the sky
Y cuando las garras se hundieron en la nube and as the nail sunk in the cloud, the rain
La lluvia tibia empapó a la multitud. was warm and soaked the crowd.

Señor, aquí viene el diluvio, Lord, here comes the flood
Diremos adiós a la sangre y a la carne, We'll say goodbye to flesh and blood
Si los mares otra vez se calman , EST If again the seas are silent in any y aún viven algunos in any still alive
Serán aquellos que dieron su isla para sobrevivir It'll be those who gave their island to survive

Beban soñadores que se están secando. Drink up, dreamers, you're running dry.
Cuando el diluvio llama When the flood calls
No tienes hogar, no tienes muros, You have no home, you have no walls
Al estallar el trueno In the thunder crash
Eres mil mentes en un destello, You're a thousand minds, within a flash
No temas llorar ante lo que ves, Don't be afraid to cry at what you see
Los actores se han ido, solo estamos tu y yo The actors gone, there's only you and me
Y si desistimos antes del alba And if we break before the dawn, they'll
Ellos acabaran con lo que solíamos ser. use up what we used to be.

EST

Felisberto Hernández



FELISBERTO HERNÁNDEZ


Muebles "El Canario"

La propaganda de estos muebles me tomó desprevenido. Yo había ido a pasar un mes de vacaciones a un lugar cercano y no había querido enterarme de lo que ocurriera en la ciudad. Cuando llegué de vuelta hacía mucho calor y esa misma noche fui a una playa. Volvía a mi pieza más bien temprano y un poco malhumorado por lo que me había ocurrido en el tranvía. Lo tomé en la playa y me tocó sentarme en un lugar que daba al pasillo. Como todavía hacia mucho calor, había puesto mi saco en las rodillas y traía los brazos al aire, pues mi camisa era de manga corta. Entre las personas que andaban por el pasillo hubo una que de pronto me dijo:
-Con su permiso, por favor...
Y yo respondí con rapidez:
-Es de usted.
Pero no sólo no comprendí lo que pasaba sino que me asusté. En ese instante ocurrieron muchas cosas. La primera fue que aun cuando ese señor no había terminado de pedirme permiso, y mientras yo le contestaba, él ya me frotaba el brazo desnudo con algo frío que no sé por qué creí que fuera saliva. Y cuando yo había terminado de decir "es de usted" ya sentí un pinchazo y vi una jeringa grande con letras. Al mismo tiempo una gorda que iba en otro asiento decía:
-Después a mí.
Yo debo haber hecho un movimiento brusco con el brazo porque el hombre de la jeringa dijo:
-¡Ah!, lo voy a lastimar... quieto un...
Pronto sacó la jeringa en medio de la sonrisa de otros pasajeros que habían visto mi cara. Después empezó a frotar el brazo de la gorda y ella miraba operar muy complacida. A pesar de que la jeringa era grande, sólo echaba un pequeño chorro con un golpe de resorte. Entonces leí las letras amarillas que había a lo largo del tubo: Muebles "El Canario". Después me dio vergüenza preguntar de qué se trataba y decidí enterarme al otro día por los diarios. Pero apenas bajé del tranvía pensé: "No podrá ser un fortificante; tendrá que ser algo que deje consecuencias visibles si realmente se trata de una propaganda." Sin embargo, yo no sabía bien de qué se trataba; pero estaba muy cansado y me empeciné en no hacer caso. De cualquier manera estaba seguro de que no se permitiría dopar al público con ninguna droga. Antes de dormirme pensé que a lo mejor habrían querido producir algún estado físico de placer o bienestar. Todavía no había pasado al sueño cuando oí en mí el canto de un pajarito. No tenía la calidad de algo recordado ni del sonido que nos llega de afuera. Era anormal como una enfermedad nueva; pero también había un matiz irónico; como si la enfermedad se sintiera contenta y se hubiera puesto a cantar. Estas sensaciones pasaron rápidamente y en seguida apareció algo más concreto: oí sonar en mi cabeza una voz que decía:
-Hola, hola; transmite difusora "El Canario"... hola, hola, audición especial. Las personas sensibilizadas para estas transmisiones.. . etc., etc.
Todo esto lo oía de pie, descalzo, al costado de la cama y sin animarme a encender la luz; había dado un salto y me había quedado duro en ese lugar; parecia imposible que aquello sonara dentro de mi cabeza. Me volví a tirar en la cama y por último me decidí a esperar. Ahora estaban pasando indicaciones a propósito de los pagos en cuotas de los muebles "El Canario". Y de pronto dijeron:
-Como primer número se transmitirá el tango...
Desesperado, me metí debajo de una cobija gruesa; entonces oí todo con más claridad, pues la cobija atenuaba los ruidos de la calle y yo sentía mejor lo que ocurría dentro de mi cabeza. En seguida me saqué la cobija y empecé a caminar por la habitación; esto me aliviaba un poco pero yo tenía como un secreto empecinamiento en oír y en quejarme de mi desgracia. Me acosté de nuevo y al agarrarme de los barrotes de la cama volví a oír el tango con más nitidez.
Al rato me encontraba en la calle: buscaba otros ruidos que atenuaran el que sentía en la cabeza. Pensé comprar un diario, informarme de la dirección de la radio y preguntar qué habría que hacer para anular el efecto de la inyección. Pero vino un tranvía y lo tomé. A los pocos instantes el tranvía pasó por un lugar donde las vías se hallaban en mal estado y el gran ruido me alivió de otro tango que tocaban ahora; pero de pronto miré para dentro del tranvía y vi otro hombre con otra jeringa; le estaba dando inyecciones a unos niños que iban sentados en asientos transversales. Fui hasta allí y le pregunté qué había que hacer para anular el efecto de una inyección que me habían dado hacía una hora. Él me miró asombrado y dijo:
-¿No le agrada la transmisión?
-Absolutamente.
-Espere unos momentos y empezará una novela en episodios.
-Horrible -le dije.
Él siguió con las inyecciones y sacudía la cabeza haciendo una sonrisa. Yo no oía más el tango. Ahora volvían a hablar de los muebles. Por fin el hombre de la inyección me dijo:
-Señor, en todos los diarios ha salido el aviso de las tabletas "El Canario". Si a usted no le gusta la transmisión se toma una de ellas y pronto.
-¡Pero ahora todas las farmacias están cerradas y yo voy a volverme loco!
En ese instante oí anunciar:
-Y ahora transmitiremos una poesía titulada "Mi sillón querido" soneto compuesto especialmente para los muebles "El Canario".
Después el hombre de la inyección se acercó a mí para hablarme en secreto y me dijo:
-Yo voy a arreglar su asunto de otra manera. Le cobraré un peso porque le veo cara honrada. Si usted me descubre pierdo el empleo, pues a la compañía le conviene más que se vendan las tabletas.
Yo le apuré para que me dijera el secreto. Entonces él abrió la mano y dijo:
-Venga el peso-. Y después que se lo di agregó:
-Dése un baño de pies bien caliente.
Publicado originalmente en 1947 y recogido en el volumen Nadie encendía las lámparas

Gustavo Caso Rosendi


Poesías extraídas del libro “SOLDADOS” de Gustavo Caso Rosendi


Cuando cayó el soldado Vojkovic
dejó de vivir el papá de Vojkovic
y la mamá de Vojkovic y la hermana
También la novia que tejía
y destejía desolaciones de lana
y los hijos que nunca
llegaron a tener
Los tíos los abuelos los primos
los primos segundos
y el cuñado y los sobrinos
a los que Vojkovic regalaba chocolates
y algunos vecinos y unos pocos
amigos de Vojkovic y Colita el perro
y un compañero de la primaria
que Vojkovic tenía medio olvidado
y hasta el almacenero
a quien Vojkovic
le compraba la yerba
cuando estaba de guardia

Cuando cayó el soldado Vojkovic
cayeron todas las hojas de la cuadra
todos los gorriones todas las persianas


Se asoman cada noche
uniformados de musgo
desde la tierra parturienta
Miran las luces del muelle
y todavía sueñan
con regresar algún día
Oler de nuevo el barrio
y correr hacia la puerta
de la casa más triste
y entrar como entran
los rayos del sol
por la ventana
en la que ya nadie
se detiene a mirar
donde ya nadie
espera la alegría


Se está como
en otoño
las hojas
en los árboles

GIUSSEPPE UNGARETTI


Yo los saludo
soldados que salen
marchando de mí mismo
entre temblores de frío y de resaca
Hojas perennes en la rama
Florcitas de ceibo incendiadas con la tarde

POR ROBAR COMIDA

¿Y si no fuera la atadura
que hizo el cabo y si yo fuera
un bicho verde sostenido por
alfileres y si fuera Gulliver
en el país de los enanos
y si fuera Cristo y si fuera el
costillar al asador del último
cumpleaños y si fuera el cordero
que maté esta mañana
y aún me mira y no me quita
ni un pecado y si fuera el mismo
cielo que se mete por los ojos
con este dolor titilando de tobillos
y muñecas y si yo fuera
todas las estrellas estaqueadas
constelando el desamparo
de esta noche?

Macedonio Fernández


TRES COCINEROS Y UN HUEVO FRITO

Hay tres cocineros en un hotel; el primero llama al segundo y le
dice: "Atiéndeme ese huevo frito; debe ser así: no muy pasado, regular sal,
sin vinagre"; pero a este segundo viene su mujer a decir que le han robado
la cartera, por lo que se dirige al tercero: "Por favor, atiéndeme este
huevo frito que me encargó Nicolás y debe ser así y así" y parte a ver cómo
le habían robado a su mujer.
Como el primer cocinero no llega, el huevo está hecho y no se sabe a
quién servirlo; se le encarga entonces al mensajero llevarlo al mozo que lo
pidió, previa averiguación del caso; pero el mozo no aparece y el huevo en
tanto se enfría y marchita. Después de molestar con preguntas a todos los
clientes del hotel se da con el que había pedido el huevo frito. El cliente
mira detenidamente, saborea, compara con sus recuerdos y dice que en su
vida ha comido un huevo frito más delicioso, más perfectamente hecho.
Como el gran jefe de fiscalización de los procedimientos culinarios
llega a saber todo lo que había pasado y conoce los encomios, resuelve:
cambiar el nombre del hotel (pues el cliente se había retirado haciéndole
gran propaganda) llamándolo Hotel de los 3 Cocineros y 1 Huevo Frito, y
estatuye en las reglas culinarias que todo huevo frito debe ser en una
tercera parte trabajado por un diferente cocinero.

COLABORACIÓN DE LAS COSAS
Empieza una discusión cualquiera en una casa cualquiera pues llega un
esposo cualquiera y busca la sartén ya que él es quien sabe hacer las
comidas de sartén y ésta no aparece. Crece la discusión; llegan parientes.
Se oye un ruido. Sigue la discusión. Se busca una segunda sartén que acaso
existió alguna vez. El ruido aumenta. Tac, tac, tac. No se concluye de
esclarecer qué ha pasado con la sartén, que además no era vieja; se
escuchan imputaciones recíprocas, se intercambian hipótesis; se examinan
rincones de la cocina por donde no suele andar la escoba. Tac, tac, tac. Al
fin, se aclara el misterio: lo que venía cayendo escalón por escalón era la
sartén. Ahora sólo falta la explicación del misterio: el niño, de cinco
años, la había llevado hasta la azotea, sin pensar que correspondiera
restituirla a la cocina; al alejarse por ser llamado de pronto por la
madre, después de haber estado sentado en el primer escalón de la escalera,
la sartén quedó allí. Cuando trascendió el clima agrio de la discusión
conyugal, la sartén para hacer quedar bien al niño, culpable de todo el
ingrato episodio, se desliza escalones abajo y su insólita presencia a la
entrada de la cocina calma la discordia.
Nadie supo que no fue la casualidad, sino la sartén. Y si es verdad
que puede haberle costado poco por haber sido dejada muy al borde del
escalón, no debe menospreciarse su mérito.

el mercenario 8. tracy chapman



Fast car

You got a fast car
I want a ticket to anywhere
Maybe we make a deal
Maybe together we can get somewhere

Anyplace is better
Starting from zero got nothing to lose
Maybe we'll make something
But me myself I got nothing to prove

You got a fast car
And I got a plan to get us out of here
I been working at the convenience store
Managed to save just a little bit of money
We won't have to drive too far
Just 'cross the border and into the city
You and I can both get jobs
And finally see what it means to be living

You see my old man's got a problem
He live with the bottle that's the way it is
He says his body's too old for working
I say his body's too young to look like his
My mama went off and left him
She wanted more from life than he could give
I said somebody's got to take care of him
So I quit school and that's what I did

You got a fast car
But is it fast enough so we can fly away
We gotta make a decision
We leave tonight or live and die this way

I remember we were driving driving in your car
The speed so fast I felt like I was drunk
City lights lay out before us
And your arm felt nice wrapped 'round my shoulder
And I had a feeling that I belonged
And I had a feeling
I could be someone, be someone, be someone

You got a fast car
And we go cruising to entertain ourselves
You still ain't got a job
And I work in a market as a checkout girl
I know things will get better
You'll find work and I'll get promoted
We'll move out of the shelter
Buy a big house and live in the suburbs

You got a fast car
And I got a job that pays all our bills
You stay out drinking late at the bar
See more of your friends than you do of your kids
I'd always hoped for better
Thought maybe together you and me would find it
I got no plans I ain't going nowhere
So take your fast car and keep on driving

You got a fast car
But is it fast enough so you can fly away
You gotta make a decision
You leave tonight or live and die this way





Auto rápido

Tienes un auto rápido
Yo quiero un boleto a cualquier parte
Quizás hagamos un trato
Quizás juntos podemos llegar a alguna parte

Cualquier lugar es mejor
Empezando de cero no tenemos nada que perder
Quizás hagamos algo
No tengo nada que probar

Tienes un auto rápido
Y yo tengo un plan para irnos de acá
He estado trabajando en la tienda de comida
Me las arreglé para ahorrar sólo un poco de dinero
No tenemos que manejar hasta muy lejos
Sólo cruzamos el borde y llegamos a la ciudad
Tú y yo podemos conseguir trabajo
Y finalmente sabremos lo que significa estar viviendo

Sabes, mi padre tiene un problema
El es alcohólico, así es la cosa
El dice que su cuerpo es demasiado viejo para trabajar
Yo digo que su cuerpo es demasiado joven para lucir así
Mi madre tomó sus cosas y lo dejó
Ella esperaba más de la vida de lo que él le podía dar
Dije que alguien tiene que cuidarlo
Entonces dejé la escuela, eso fue lo que hice

Tu tienes un auto rápido
Como es tan rápido podemos volar
Tienes que tomar una decisión
Nos vamos esta noche o vivimos y morimos de esta manera

Recuerdo que manejábamos , manejábamos tu auto
La velocidad tan rápida me hizo sentir que estaba ebria
Las luces de la ciudad se posan ante nosotros
Y tu brazo me hizo sentir bien rodeando mi hombro
Y tuve un sentimiento de pertenencia
Y tuve un sentimiento
Sentí que podía ser alguien, ser alguien.

Tienes un auto rápido
Y vamos conduciendo para entretenernos
Todavía no tienes un empleo
Y yo trabajo en una tienda de cajera
Se que las cosas mejorarán
Encontrarás un trabajo y a mí me ascenderán
Nos mudaremos del albergue
Compraremos una casa grande y viviremos en los suburbios

Tienes un auto rápido
Y yo tengo un trabajo que paga nuestras cuentas
Te quedas hasta tarde tomando en el bar
Ves más a tus amigos que a tus propios niños
Siempre creí lo mejor
Pensé que juntos lo lograríamos
No tengo planes, no voy a ningún lado
Entonces toma tu auto rápido y sigue manejando

Tu tienes un auto rápido
Como es tan rápido podemos volar
Tienes que tomar una decisión
Nos vamos esta noche o vivimos y morimos de esta manera

el mercenario 6. simple minds



Mandela Day de Simple Minds

It was 25 years they take that man away
Now the freedom moves in closer every day
Wipe the tears down from your saddened eyes
They say Mandela's free so step outside
Oh oh oh oh Mandela day
Oh oh oh oh Mandela's free

It was 25 years ago this very day
Held behind four walls all through night and day
Still the children know the story of that man
And I know what's going on right through your land

25 years ago
Na na na na Mandela day
Oh oh oh Mandela's free

If the tears are flowing wipe them from your face
I can feel his heartbeat moving deep inside
It was 25 years they took that man away
And now the world come down say Nelson Mandela's free

Oh oh oh oh Mandela's free

The rising suns sets Mandela on his way
Its been 25 years around this very day
From the one outside to the ones inside we say
Oh oh oh oh Mandela's free
Oh oh oh set Mandela free

Na na na na Mandela day
Na na na na Mandela's free

25 years ago
What's going on
And we know what's going on
Cos we know what's going on



MANDELA DAY

Hace 25 años que al hombre se lo llevaron
Ahora la libertad cada día está más cerca
Enjugará las lágrimas de tus ojos tristes
Digan Mandela libre para que salga
Oh oh oh oh día de Mandela
Oh oh oh oh Mandela libre

Fue hace 25 años el día de hoy
Lugar: detrás de cuatro paredes a lo largo del día y de la noche
Aún los niños conocen la historia de ese hombre
Y sé lo que está pasando a través de tu tierra
Hace 25 años
Na na na na Mandela day
Oh oh oh Mandela libre

Si las lágrimas fluyen borralas de tu cara
Puedo sentir su ritmo cardiaco moviendose profundo
Hace 25 años que se lo llevaron
Y ahora el mundo se viene abajo: Nelson Mandela libre
Oh oh oh oh Mandela libre

El brillo del sol le marca a Mandela su camino
Se cumplen 25 años el día de hoy
Desde el exterior hacia el interior decimos
Oh oh oh oh Mandela libre
Oh oh oh dejen a Mandela libre

Na na na na Mandela day
Na na na na Mandela libre

Hace 25 años
¿Qué está pasando
Y sabemos lo que está pasando
Porque sabemos lo que está pasando

el mercenario 5. dire straits



BROTHERS IN ARMS (hermanos en armas) Mark Knofler
Estas montañas cubiertas de niebla
son ahora un hogar para mí,
pero mi hogar son las tierras bajas (1)
y siempre lo serán.
Algún día volverán
a sus valles y sus granjas
y nunca mas arderan en deseos
de ser hermanos en armas.

A través de estos campos de destrucción,
bautismos de fuego,
he presenciado su sufrimiento
mientras la ira crecía en la batalla;
y aunque me hirieron gravemente
en la alarma y el miedo
no me abandonaron,
mis hermanos de armas.

Hay tantos mundos diferentes,
tantos soles diferentes
y nosotros tenemos sólo un mundo,
pero vivimos en varios.

Ahora el sol se ha ido al infierno,
y la luna cabalga en las alturas.
Dejenme decir adiós;
todo hombre ha de morir.
Pero está escrito en el brillo de las estrellas
y en cada linea de vuestra mano,
qué estupidez es que hagamos guerra
contra nuestros hermanos en armas.

Hermanos en armas
These mist covered mountains
Are a home now for me
But my home is the lowlands
And always will be
Some day you'll return to
Your valleys and your farms
And you'll no longer burn
To be brothers in arm

Through these fields of destruction
Baptism of fire
I've watched all your suffering
As the battles raged higher
And though they did hurt me so bad
In the fear and alarm
You did not desert me
My brothers in arms

There's so many different worlds
So many different suns
And we have just one world
But we live in different ones

Now the sun's gone to hell
And the moon's riding high
Let me bid you farewell
Every man has to die
But it's written in the starlight
And every line on your palm
We're fools to make war
On our brothers in arms.

lunes, 8 de febrero de 2010