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martes, 15 de marzo de 2011

editorial del 28/2/11- Sarmiento otra vez

SARMIENTO OTRA VEZ…
Y si… Collar tiene su maestro, su profe, “El Negrus…” por qué no continuar? Sin embargo, hoy cambiamos un poco al maestro de lugar, lo quitamos de las aulas y lo llevamos a nuestro deporte más popular… se preguntarán que es lo que motiva Sarmiento otra vez, bueno como les dije nuestro maestro está en este preciso instante en lo que es la reapertura oficial del Estadio único de nuestra ciudad, viendo a su equipo en un partido por la Copa Libertadores, reapertura no... reinauguración que según mi hija mayor ni siquiera se encuentra en el Diccionario de la Real Academia…
Por eso un poco de fútbol y un poco de Sarmiento… ah! y nuestro Negro… el profe
“…Un consejo míster: enseñe a patadas, a trompadas, a empujones, pero enseñe…” Dijo Domingo Faustino Sarmiento, entonces superintendente de Escuelas o Director de Escuelas (Ministro de Educación) cuando recibió al escocés Alexander Watson Hutton que buscaba apoyo para enseñar fútbol en su escuela Buenos Aires English High School, cuna del mítico Alumni de los hermanos Brown…
Luis me lo contó así, si mi amigo el ruso… dicha escena forma parte del guión que escribió Homero Manzi para “Escuela de campeones”… película de 1950 sobre el primer equipo de fútbol de la Argentina…
Eran años de “Pelota de trapo” con Armando Bó y “El hincha” ¿qué sería del fútbol sin el hincha? Se preguntaba Enrique Santos Discépolo… el hincha, el crack, Sarmiento y Alumni formaban parte de lo que se contaba en cine en aquellos años.
No hay casi más vínculos entre Sarmiento y el fútbol… cuando este deporte llegó, los primeros clubes eligieron nombres de barrios, de fechas patrias y de próceres… San Martín tiene más de 100 clubes con su nombre…
Mientras que Sarmiento uno o alguno más… quizá el más conocido, es el de Junín. Fundado en 1911, en 1980 ascendió a primera, en ese equipo jugó mi amigo Guillermo Ocampo, ex de una tercera pincharrata, aunque allí jugaron también Ricardo Gareca, el Toti Iglesias, el Lobo Fischer y el Hueso Glaría, entre otros, Sarmiento le ganó a Boca y a River en su estadio, a éste último con baile incluído y una anécdota que conviene recordar, el humo de los chorizos afectó la vista del pato Fillol en uno de los goles…
Ahora está en la B Nacional, bien, 3.500 socios, fútbol, básquet, natación y vóley cuenta orgulloso su presidente Fernando Chioffazo, lamentablemente las reformas se llevaron puesta un busto de Sarmiento con una de sus tantas frases “las cosas hay que hacerlas, aunque sea mal, pero hacerlas” cuenta don Fernando con un dejo de tristeza…
Tampoco hubiese sido feliz un homenaje al Gran Maestro en tiempo de camdombe, un claro exceso en medio de la lluvia de goles del torneo…
Esto tiene que ver debido a que con mi compañera de tesis tenemos en preparación la difusión de ideas desde el poder y medios… desde el terrorismo de estado de la triple A hasta la actualidad… para muestra dicen… basta un botón, el 15 de febrero día del cumpleaños de Sarmiento el canal gubernamental le dedicó apenas un minuto a su memoria -según las grabaciones que lleva mi compañerita del mencionado canal, a mí me toca el trece-, desde la presidencia no se lo mencionó en todo el día, al menos públicamente… ni siquiera para aprovechar lo poco que falta para el inicio del año lectivo…
Por supuesto que el receptor, que a la vez son muchos receptores, se defiende con lo que tiene a mano, se informa acerca del mundo y de su país como puede y espera siempre la palabra plural, transparente y sin candados… aquella que nunca es la última en decirse…
El bicentenario del nacimiento del maestro coincide con un año de elecciones… habrá civilización y barbarie en nuestra democracia que anda cerca de cumplir los 30 años… y otra vez parafrasear a Borges no está de más “…Sarmiento el soñador, sigue soñándonos…”
Todo un progreso, palabra que Sarmiento amaba mucho.

editorial del 7/3/11

Otra vez Carnaval! Vuelven los bailes! Mis hijas me miraban, que le pasa a papá? Se preguntaban… les conté lo de los bailes, los pomos, el sifonero, el bombero loco, cuando les expliqué que había que recortar la punta para que el chorro sea más grueso se miraban como diciéndose… está loco… les hablé lo de los corsos, que en uno de ellos se rompió el disfraz que consistía en jugar a que era una novia, claro que con el traje de novia que usó mamá para su casamiento, que luego del corso desfilé como tal sobre el capot de un falcon por suerte… blanco por calle 8 y desde la heladería Cadoro nos regalaron helado a todos por lo divertido que estuvo el espontaneo corso que sin querer hicimos…
Dicen que a fuerza de regresiones se crece. Bueno, esta semana regresé en reiteradas oportunidades a mi infancia y no tanto, lo hice para ver si encontraba una frase bastante reiterada por los medios durante estos últimos días.
Claro, entre muchas cosas, recordé a Marta y los abuelos con sus dichos, en mi caso esto no es un reproche hacia ellos, aunque es cierto que muchos psicólogos se esfuerzan a diario para que así sea y tratar -como en un policial negro- de encontrar al culpable.
Por ejemplo, tardé cuatro o cinco años en saber quién era “coso”… ocurrió que Marta se divorció allá por el 54 o 55, una adelantada mamá, no se imaginan las cosas que se comentaban en el barrio, papá se fue con otra o sin otra pero se fue, la interpretación que hice fue que a mí me querían tanto que a nadie se le ocurriría lastimarme o lo que sea…
Entonces, cada vez que un gesto, una mirada, una respuesta, etc. todo lo que los chicos hacemos mientras crecemos, abuela, abuelo o mamá decían a coro “…igual a coso…”, esto que se reiteraba regularmente debido a que yo crecía y crecía y que fue una época donde los chicos muchas preguntas no podíamos hacer… eran cosas de grandes… nos contestaban y se acaba todo, no era como ahora, pero así y todo luego de algunos años descubrí quién era coso?
Fue mi gran duda existencial y así fue como advertí que tenía cosas parecidas a Papá claro, como todos los hijos… “coso” era papá!
La cuestión era no nombrarlo para que el chico en cuestión recordara y provocara gran tristeza en él, peor o mejor, vaya uno a saber… esto no termina acá…
Porque la frase que mencioné al principio y despertó tanta curiosidad fue de la Sra. Presidenta que dijo “no se hagan los rulos” por qué? Y porque justamente esa en casa no la escuché jamás… eso sí Marta iba a la peluquería para hacerse la permanente peinado que consistía en tener la cabeza llena de rulos… imagino que viene por ahí… no?
Hubo otras que me asustaban, a veces con toda la familia reunida el abuelo se levantaba abruptamente y decía “voy de cuerpo” daba miedo… sobre todo porque el resto le preguntaba “otra vez” y con seriedad… yo pensaba que pasaba algo malo, dónde iba el cuerpo del abuelo? después con el tiempo y luego de él ir yo al baño después que el abuelo, advertí qué era “voy de cuerpo”… y mucho tiempo pasó y leí a César Bruto… él escribió nada es tan sencillo y necesario, como ir de cuerpo, ja, ja…
La abuela era mucho más divertida… ella movía el vientre… no daba miedo, pensé que bailaba aunque siempre en el baño sonaba raro.
Otra que me costó mucho fue “…está gruesa…” amigo! esa era terrible, miren que hay formas de decir embarazo antes de gruesa no?
La mejor fue una vecinita que también con el tiempo y siempre mucho tiempo aprendí nació con un diálogo entre una vecina y Marta, fue algo así…
-Y qué tiene? Preguntaba Mamá…
-Ahí abajo…
-Le duele?
-Mucho no… Ay Marta siento tanta vergüenza…
Yo, no recuerdo que edad tenía, todavía usaba cortos, pero en mi época con los cortos fui a Tribunales así que podría tener 14. Lo cierto era que si le dolía ahí abajo… como decía la vecina, yo le chusmeaba los pies y al ver que no tenía nada, las piernas, rodillas que se yo… ahí abajo… y la nena no tenía nada… “ahí abajo”
Pero pasó un tiempito y todo el mundo se dio cuenta qué tenía la nena ahí abajo, por la panza claro, se imaginan el barrio… pobre la nena, bueno nena no tanto, debe haber sido a sus 18 o 19 para mí era una mujer grande… para el barrio la nena que como les dije… estaba gruesa.
Después crecí y fui papá y no voy a olvidar nunca lo de …ahí abajo… por muchas razones algunas que se les están ocurriendo a ustedes… chanchos míos… pero todo fue por la cantidad de sinónimos que pude utilizar para los genitales femeninos en este caso… la nena para la vedette voladora, se acuerdan y de lo contrario… la chochi, cachu, cholita, que se yo, cómo la van a llevar al médico y al verlo decirle “Doctor…le duele ahí abajo…”, imaginen la cara del pobre, tanto estudiar, por dónde comienza a revisar… Qué bárbaro!

jueves, 3 de marzo de 2011