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sábado, 26 de diciembre de 2009

el mercenario 3. PINK FLOYD

MONEY (PINK FLOYD)

MONEY, GET AWAY.
GET A GOOD JOB WITH GOOD PAY
AND YOURE OKAY.
MONEY, ITS A GAS.
GRAB THAT CASH WITH BOTH HANDS
AND MAKE A STASH.
NEW CAR, CAVIAR,
FOUR STAR DAYDREAM,
THINK ILL BUY ME
A FOOTBALL TEAM.
MONEY, GET BACK.
IM ALL RIGHT JACK KEEP YOUR HANDS
OFF MY STACK.
MONEY, ITS A HIT.
DONT GIVE ME THAT DO GOODY GOOD BULLSHIT.
IM IN THE HIGH-FIDELITY
FIRST CLASS TRAVELING SET
AND I THINK I NEED A LEAR JET.

MONEY, ITS A CRIME.
SHARE IT FAIRLY BUT DONT TAKE
A SLICE OF MY PIE.
MONEY, SO THEY SAY
IS THE ROOT OF ALL EVIL TODAY.
BUT IF YOU ASK FOR A RAISE ITS NO SURPRISE
THAT THEYRE GIVING NONE AWAY.

traducida por El Mercenario

DINERO
DINERO, ALÉJATE
CONSIGUE UN EMPLEO CON MÁS PAGA Y VAS A ESTAR MEJOR
EL DINERO ES EXCITANTE
AGARRA ESE DINERO CON AMBAS MANOS
Y HAZ UNA FORTUNA
COCHE NUEVO, CAVIAR,
ENSUEÑO DE CUATRO ESTRELLAS
CREO QUE ME VOY A COMPRAR
UN EQUIPO DE FÚTBOL
DINERO, VOLVEÉ
ESTOY BIEN, JACK, SACÁ TUS MANOS DE MI PLATA
EL DINERO ES UN ACIERTO
NO ME VENGAS CON ESA MIERDA DE TONTERÍAS
ESTOY EN EL GRUPO DE VIAJEROS
HABITUALES DE PRIMERA CLASE
CREO QUE NECESITO UN JET PRIVADO
DINERO, ES UN CRIMEN
REPARTILO EQUITATIVAMENTE
PERO NO TOQUES MI TORTA
DINERO, DICEN
QUE ES EL ORIGEN DE TODOS LOS MALES ACTUALES
PERO SI PIDES UN ASCENSO NO ES DE EXTRAÑAR
QUE NO LO QUIERAN SOLTAR.

el mercenario 2. BORIS VIAN

J'suis snob... (Boris Vian)

J'suis snob
C'est vraiment l'seul défaut que j'gobe
Ça demande des mois d'turbin
C'est une vie de galérien
Mais lorsque je sors à son bras
Je suis fier du résultat
J'suis snob... Foutrement snob
Tous mes amis le sont
On est snobs et c'est bon
Chemises d'organdi, chaussures de zébu
Cravate d'Italie et méchant complet vermoulu
Un rubis au doigt... de pied, pas çui-là
Les ongles tout noirs et un tres joli p'tit mouchoir
J'vais au cinéma voir des films suédois
Et j'entre au bistro pour boire du whisky à gogo
J'ai pas mal au foie, personne fait plus ça
J'ai un ulcère, c'est moins banal et plus cher
J'suis snob... J'suis snob
J'm'appelle Patrick, mais on dit Bob
Je fais du ch'val tous les matins
Car j'ador' l'odeur du crottin
Je ne fréquente que des baronnes
Aux noms comme des trombones
J'suis snob... Excessivement snob
Et quand j'parle d'amour
C'est tout nu dans la cour
On se réunit avec les amis
Tous les vendredis, pour faire des snobisme-parties
Il y a du coca, on deteste ça
Et du camembert qu'on mange à la petite cuiller
Mon appartement est vraiment charmant
J'me chauffe au diamant, on n'peut rien rêver d'plus fumant
J'avais la télé, mais ça m'ennuyait
Je l'ai r'tournée... d'l'aut' côté c'est passionnant
J'suis snob... J'suis snob
J'suis ravagé par ce microbe
J'ai des accidents en Jaguar
Je passe le mois d'août au plumard
C'est dans les p'tits détails comme ça
Que l'on est snob ou pas
J'suis snob... Encor plus snob que tout à l'heure
Et quand je serai mort
J'veux un suaire de chez Dior!


(Traducida por Andy Chango)
Soy un snob ... Soy un snob
Es realmente el único defecto que tengo
Se requiere meses para lograrlo
Es una vida de condenado
Pero cuando salgo del brazo
Estoy orgulloso del resultado
Soy un snob ... fatalmente Snob
Todos mis amigos lo son
somos snobs y está bueno
Camisas de organdí, zapatos de cebú
Corbatas de Italia y completa el cuadro
Un rubí en el dedo... del pie,
Las uñas de negro y un pañuelo muy bonito y pequeño/voy al cine a ver películas suecas /Y voy al bar a beber whisky en abundancia
Yo no le hago mal al hígado, más que cualquier persona
Tengo una úlcera, es menos caro y más común /Soy un snob ... Soy un snob
Me llamo Patrick, pero me dicen Bob
Ando a caballo cada mañana
Porque me encanta el olor a bosta
Yo sólo frecuento baronesas
con nombres, como clips de papel soy un snob ... Excesivamente snob
Y cuando hablo de amor
Estoy desnudo en el patio
Nos reunimos con los amigos
Todos los viernes para las fiestas esnob
No hay coca, no nos gusta
Y el camembert lo comemos con cuchara /Mi departamento es realmente encantador Me doy calor con diamantes, soñamos nada más con fumar
Yo tenía TV, pero me aburría
La dí vuelta, del otro lado es más emocionante/ Soy un snob ... Soy un snob Estoy contagiado por este microbio /Tengo algunos accidentes en Jaguar /Me pasé el mes de agosto a
Es en los detalles como estos que se ve
Si uno es un snob o no
Soy un snob ... apenas más elegante que los demás y cuando me muera
Quiero un sudario de Dior!

el mercenario 1. STEPPENWOLF



BORN TO BE WILD
Get your motor running
Head out on the highway
Looking for adventure
and whatever comes our way
Ya darling you could make it happen
Take the world in a loving embrace
Fire all of your guns and once in
Explode into space
I like smoke and lightning Heavy metal thunder
Racing with the wind and the feeling that I'm under
Ya darling you could make it happen
Take the world in a loving embrace
Fire all of your guns and once in
Explode into space 'cause you're a true nature child
We were born, born to be wild
We can climb so high I never want to die
Born to be wild Born to be wild
Get your motor running and head out on the highway
Looking for adventure and whatever comes our way
Ya darling you could make it happen
Take the world in a loving embrace
Fire all of your guns and once in
Explode into space 'cause you're a true nature child
We were born, born to be wild
We can climb so high I never want to die
Born to be wild Born to be wild hey hey, ow

LETRA Y MUSICA: La canción fue escrita por Mars Bonfire (Dennis Edmonton), antiguo miembro de Sparrow (antecedente de la banda) y hermano de Jerry Edmonton, baterista de Sttepenwolf.
Se usó en la película Busco mi destino, inventaron la frase “heavy metal” en esta canción.
TRADUCCION AL ESPAÑOL DE "EL MERCENARIO"

Nacido para ser salvaje
Deja correr tu motor adelante en la carretera
En busca de aventura y como sea que sea nuestra manera.
Si, querida, podés hacer que eso ocurra
Toma el mundo en un abrazo amoroso
Fuego todas tus armas y entonces explora el espacio.
Me gusta el humo y los relampagos,
Metal pesado tronando corriendo con el viento y el sentimiento de que estoy abajo Si, querida, podés hacer que eso ocurra
Toma el mundo en un abrazo amoroso
Fuego todas tus armas y entonces explora el espacio.
Porque eres una verdadera hija de la naturaleza
Nosotros nacemos, nacemos para ser salvajes
Podemos escalar tan alto
Yo no quiero morir nunca
Nacido para ser salvaje nacido para ser salvaje
Deja tu motor correr adelante en la carretera buscando aventuras
y cualquier cosa que sea a nuestra manera
Si, querida, podés hacer que eso ocurra
Toma el mundo en un abrazo amoroso
Fuego todas tus armas y entonces explora el espacio.
Porque eres una verdadera hija de la naturaleza
Nosotros nacemos, nacemos para ser salvajes
Podemos escalar tan alto, no quiero morir nunca
Nacido para ser salvaje nacido para ser salvaje,hey,hey,ow

JUAN CARLOS ONETTI




El último mohicano
Juan Carlos Onetti (Montevideo, 1909 - Madrid, 1994) vivía en la cama y desdeñaba la política, el éxito, todo lo que apestase a figuración pública. Fue el escritor menos conocido del boom latinoamericano. Pero, de manera involuntaria, se ha convertido en el autor más actual de aquellos narradores.
Por SANTIAGO RONCAGLIOLO | © Babelia
Conocí la obra de Juan Carlos Onetti a comienzos de la década de los noventa, atraído por las leyendas que circulaban sobre ese autor. Mis compañeros de la facultad de literatura contaban que Onetti era un ermitaño, que se negaba a dar conferencias, y que vivía tirado en una cama con una botella de whisky.
El perfil del personaje resultaba exótico en cualquier caso, pero era especialmente inesperado en un escritor del boom latinoamericano. La mayoría de sus colegas vivían en olor de multitud, actuando en ocasiones más como políticos que como artistas. Mario Vargas Llosa había postulado a la presidencia del Perú. Gabriel García Márquez se había reunido con Fidel Castro y con Bill Clinton. Cortázar había defendido la revolución nicaragüense. Carlos Fuentes era México. Y en cambio Onetti, el mayor de todos, vivía metido en una cama aferrado a una botella de whisky.
Después averigüé que Onetti sí había sufrido una persecución política, pero gris, absurda y casi cómica: lo habían detenido por formar parte del jurado en un concurso de cuentos.
El cuento ganador se regodeaba en escenas sexuales que resultaron ser una referencia apenas velada a la homosexualidad de un miembro de la junta militar en el gobierno. En castigo, el autor del cuento y los miembros del jurado fueron detenidos por ofensas contra la dignidad de las fuerzas armadas. Durante los interrogatorios, un oficial inquisidor le preguntó a Onetti:
—¿Y usted qué tendencia política tiene?
—Ninguna, respondió el narrador.
—¿Pero por quién votó?
—Por nadie.
—¿Pero por quién habría votado?
—Nunca he votado.
—¡Ah! ¡Un anarquista!
Más aburrido que asustado, Onetti respondió:
—Y... Ponele anarquista si querés. ¿Puedo fumar?
Semanas después —siempre según las leyendas—, el escritor tuvo que ser evacuado a un hospital psiquiátrico debido al síndrome de abstinencia que le produjeron la falta de alcohol y tranquilizantes. Ahí terminó su gesta más heroica.
Recientemente, revisé la obra de Onetti para un encuentro sobre su obra organizado por la Casa de América, la Secretaría General Iberoamericana y la Fundación San Benito de Alcántara. Mientras leía, comprendí que el episodio de esa detención habría podido ocurrirle a cualquiera de sus personajes: quizá a Juntacadáveres, cuyo sueño dorado era regentar un prostíbulo de medio pelo. O a los protagonistas de El Astillero, que fingen mantener vivo su negocio mientras venden la maquinaria como chatarra. Incluso a los de Tierra de Nadie, que fantasean con huir a una isla que ni siquiera existe. Ninguno de ellos se enfrenta a grandes peripecias épicas, como los personajes de La guerra del fin del mundo. Ninguno es importante para la historia latinoamericana como El general en su laberinto. Sólo son gente ruin enfrentada a la mediocridad de la vida, como la mayoría de nosotros. Las novelas de Onetti serían graciosas si no exhalasen del deprimente humor de la mediocridad.
A eso se debe que Onetti sea el menos conocido de los narradores del boom. Este último mohicano del existencialismo no sólo desdeñaba la política, también le asqueaban el éxito, la fama o el glamour y sentía una genuina repugnancia por todo lo que apestase a figuración pública. En consecuencia, no se enfrentaba a diabólicos dictadores ni a intrépidos guerrilleros. Tal vez porque habitaba en Uruguay -uno de los países más prósperos, pacíficos e igualitarios de la región- sabía que en una democracia ejemplar también se puede ser infeliz.
Pero también por eso, y de manera involuntaria, Onetti se ha convertido en el autor más actual del boom. Hasta los años ochenta, durante el auge de la Revolución Cubana, la utopía real-maravillosa capitaneado por Gabriel García Márquez pasó como una apisonadora sobre las novelas latinoamericanas, llenándolas de mujeres con rabos de cerdo que salían volando por las ventanas. Tras la caída del muro de Berlín, el realismo urbano y frecuentemente violento de la literatura latinoamericana estaba teñido de Mario Vargas Llosa, cuyos personajes defienden su libertad ante los tiranos.
Pero veinte años después, ni un extremo ni otro del espectro ideológico producen grandes pasiones. La Revolución Cubana no ha mejorado la vida de la gente, y tras dos décadas sin dictadores en el resto de la región, la cantidad de pobres es la misma que antes. Los latinoamericanos votan democráticamente por gobernantes autoritarios —Chávez, Uribe, el PRI—. Y el fenómeno no es exclusivo de América Latina. A lo largo de la última década, en nombre de la democracia se invaden países como Irak y se toleran dictaduras como las de Libia, Egipto y Kazajistán.
Esa atmósfera de desencanto se ha reflejado en la literatura latinoamericana y europea. Dos de sus autores más destacados de los últimos años, Bolaño y Houellebecq, pertenecen a la generación que vio caer los grandes sueños de Allende y Mayo del 68, y su amargura recuerda a Onetti. Los poetas asesinos del chileno y los funcionarios onanistas del francés, los exiliados suicidas del primero y los turistas sexuales del segundo, podrían aparecer en cualquier novela de un novelista uruguayo que murió sin conocerlos.
Onetti no parece haber influido en estos autores. No es él quien logró que su obra perdurase a través del tiempo. Por el contrario, es el tiempo el que se convirtió en lo que sus novelas narraban. A lo largo del siglo XX, el planeta se dividía en dos grandes verdades. En el siglo XXI sabemos, como sabía Onetti desde antes, que las dos eran mentira.
Sin duda, es admirable ser a la vez el miembro más antiguo y más moderno del club más selecto de la novela latinoamericana. Pero sobre todo, es notable haberlo hecho desde una cama, con la única arma de una botella de whisky. [fontanamoncada]