el fundador: JULIAN AXAT
el jefe: MARIANO MAFFIA
el bicho: RODOLFO SECCO
el negro: GABRIEL SAGASTUME
columna de arte: ANONIMO

Buscar este blog

martes, 30 de agosto de 2011

¡Bicho se jubiló!

Mezcla rara de... de felicidad porque no quería volver y tristeza porque ahora sí... se terminó. Es que por más que quiera, no puedo regresar, de todos modos fue una linda despedida debido a que la atención fue muy buena, me explicaron todo hasta el más mínimo detalle, aunque tuve que llevar una nota a la Procuración, en el edificio donde en alguna oportunidad entré por primera vez... qué chico era pensé, porfiado no utilicé las puertas de 13 o 48 y fuí por aquella, la de mi primera vez... la de calle 14 e hice el mismo recorrido y ahí sí, un bajón...
Claro pasó mucho tiempo, desde que a fines de 1965 Marta se enteró que quedé libre en el Albert Thomas (porque fuí cerca del Nacio, ojo) por jugar la final al Metegol intercolegios en el Club Estudiantes se acuerdan donde estaba el metegol... ahí debajo del pino, el partido no terminó o mejor dicho, terminó como siempre a las trompadas que iniciaba el equipo que perdía por supuesto.
Marta con dos argumentos dictó sentencia, uno "vos decís que vas a ser abogado..." (todavía no entiendo muy bien mis comienzos en el Industrial) y el otro "vagos acá no..." y me condenó a trabajar "mañana mismo hablo con Reguera..." antiguo vecino oficial 1° de traje negro y sombrero que daba miedo...
Así las cosas, casi cuando Cárdenas metía para Racing ese golazo al Celtic escocés en el Centenario de Montevideo, sí en febrero de 1966, entraba por calle 14 acompañado por un hijo del oficial 1° que me llevó a la Secretaría n° 9 del Juzgado n° 5 del Dr. Gualberto Lucas Sosa, quien tenía tres secretarías o sea tres juzgados a su cargo y la competencia llegaba hasta San Fernando, imaginen el trabajo que había, aunque con el tiempo pude advertir que no existía atraso alguno.
Y comenzó mi vida judicial.
Antes de llevar la nota fui y me senté en la puerta de aquella secretaría, a algunos los conocí y ellos a mí, pero pocos, me acordaba de toda la buena gente que andaba por ahí, de las bromas que me hicieron al comienzo, me reía solo de aquella vez que me pidieron que vaya a comprar la regla para las "medidas para mejor proveer" (medida probatoria para una vez que la causa se encuentra en estado de dictar sentencia a fin de aclarar alguna circunstancia dudosa)... como si estuviese viendo a Quico el kioskero que me gritaba de todo por calle 13... esa broma entre muchas más por supuesto y la contraprestación claro, en un partido de fútbol me vieron con las Flecha destrozadas, el lunes siguiente el secretario con la plata que habían puesto todos me dijo, "... se puede ir antes, esto es para comprar zapatillas Secco..."
Casi como una órden que en esa época no se daban, se pedía algo y era suficiente. Qué maestro!
Y crecí, ascendí debido a que hice toda la carrera judicial, desde coser el expediente en adelante, todos los cargos... o toda una vida parece ahora... Y sí Mariano con esa sensación de duda acerca del valor de todo lo emprendido..." se acuerda no?
Sin embargo, contento porque no voy a renegar de 45 años, pasó de todo y la mayoría bueno, quizás los últimos años porque la política entra por la ventana y los funcionarios no le abren la puerta para que se vaya, salvo honrosas excepciones que son -sin ningún tipo de capricho- amigos, es que si no hubiese ingresado por aquella puerta, hoy no los tendría a ustedes dos, al fundador, Anónimo y algunos más... no muchos más... Me jubilé!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

viernes, 19 de agosto de 2011

INDIGNADO

Interesante la noticia, demás está decir que el lunes pasado Mariano hizo una vez más referencia a este grupo que nos ha atrapado de manera enorme, casi como ellos “Atrapamuros” quizá por nuestra vida judicial, por sensibilidad con un proyecto que no aparece de manera cotidiana, por el contrario un arduo trabajo para ofrecer a una sociedad tan prejuiciosa un tema que no es fácil introducirle…
En “Ante la ley” Kafka cuenta en pocas líneas cómo un hombre envejece hasta su muerte esperando “la ley”… y ahora Julián “El fundador” nos hace llegar algo que escribió.

El cartel anuncia: “indignado, 17 años sin justicia” dentro de una celda frente a la Casa de Gobierno se encuentra la víctima que reclama…, porque estuvo 12 años preso y mientras los Tribunales de Justicia no trataron su recurso prescribió la pena que se le había impuesto…


NUESTROS ARTISTAS DEL HAMBRE…
Llaman a la reflexión algunos aspectos.

El tiempo que Los Tribunales superiores se toman para tratar el recurso contra la condenas no firmes, realizándose -a discreción- lo que Kafka llama en una novela: “la prórroga ilimitada”: “…La prórroga ilimitada mantiene por tiempo indefinido al proceso en su primera fase...” (Franz Kafka, El Proceso, Edit. Losada. Pág. 131).
La “prórroga ilimitada” (inoficiosidad provocada) es el tiempo que el hombre de la noticia padeció en un calabozo durante doce años bajo la incertidumbre de su culpabilidad; es decir, sin poder saber si los fundamentos de tal encierro eran justos.
La elección de una jaula como protesta frente a ese padecimiento, nuevamente nos lleva a Franz Kafka en su cuento “Un artista del hambre” en el que un artista se encierra así mismo en una jaula en medio de la plaza céntrica de una ciudad. Al principio a todos los pueblerinos son atraídos por la escena, les llama la atención la presencia del artista-ayunador dentro de la jaula. Con el correr del tiempo se acostumbran, les parece un elemento más del paisaje. Sin que nadie lo mire ya, llega el momento en el que el hombre se convierte en una suerte de despojo, o animal hambriento que muere de inanición.
El cuento culmina con las siguientes palabras de un policía: “-¡Limpien aquí!... y enterraron al ayunador junto con la paja. Más en la jaula pusieron una pantera joven... y la alegría de vivir brotaba con tan fuerte ardor de sus fauces, que no les era fácil a los espectadores poder hacerle frente. Pero se sobreponían a su temor, se apretaban contra la jaula y en modo alguno querían apartarse de allí” (Franz Kafka. Relatos completos I. Buenos Aires, Losada, 1980)
Supongo que hay veces que tanta crueldad ironiza con el espectáculo de variedades. El problema, parecería ser la propia prórroga del artista del hambre cuando la gente se aburre de su presencia. Digo parecería, porque siempre habrá otros ocupando su lugar.



Julián Axat

No es casual que recuerde este grupo de estudiantes… “Atrapamuros”. En su revista Brunela cuenta que ella ya no es la de un año atrás, porque “…yo no soy la misma desde que entré en una cárcel aquél día en la Unidad n° 1 de Olmos, donde parecía que los muros grises y sucios, se me iban a caer encima y yo solo contaba apenas con mi cuerpo de 19 años, unos textos en la mochila y una incertidumbre poderosa que me hacía mover…”
Muy interesante es todo lo que describe en cuanto a lo que sintió para tratar de incorporarse a los internos…
En fin, mucho para contar de sus experiencias, sin embargo a raíz de la noticia y de lo que escribió Julián, el grupo en una parte de su Editorial dice “las cárceles siguen repletas de gente olvidada, de personas juzgadas por una justicia hipócrita, pero nosotros nos negamos a olvidar y tratamos de entender a quienes fueron juzgados sin ser escuchados. Todavía se construyen paredes para tapar voces, así que seguimos abriendo candados para dar salida a esas voces oprimidas…”
Walter espera “Ante la ley” y Atrapamuros conocerá en caso más de injusta justicia…