el fundador: JULIAN AXAT
el jefe: MARIANO MAFFIA
el bicho: RODOLFO SECCO
el negro: GABRIEL SAGASTUME
columna de arte: ANONIMO

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miércoles, 17 de noviembre de 2010

Editorial 8/11/10 Los rugbiers

Se fueron estos pibes, menos mal, con el calor que hacía acá adentro… habría que preguntarle a Mariano por qué no se dedica a entrenar hockey femenino, entonces sí sería otra cosa… la pecera llena de chicas en polleritas… bueno, bueno, una broma… que grande sus chicos Marianito… y ese que tocaba la guitarra, armónica, con capucha y todo un fenómeno…
Bien analizando el cuento de Búsico, ah! y todos mandaron saludos a sus chicas… claro que están en pleno despertar sexual y nosotros… bueno mejor este tema a quien le interesa? Pero ellos… futuros Berlusconi ...mejor mujeres que gay… dijo el premier… un fenómeno, parece la Roma Imperial y no Italia ya… y nada más sugerente que llamarse Silvio, aunque sin discriminar ni nada parecido a ello.
Ahora bien, el fundador de Collar estuvo el jueves pasado en el Centro Cultural Islas Malvinas presentando la nueva obra de Los Detectives Salvajes titulada “Si Hamlet duda, le daremos muerte” pobre libro, porque llevaron una “guillotina” y no de utilería, quisiera saber de dónde la sacaron, pero allí estaba… realmente daba miedo, estos muchachos no están bien me parece…
Reparen en lo que dijo uno de los críticos asistentes… Fernando Alfón…
Ayer asistí a un acto donde se guillotinó un libro. La cuchilla, por su peso, parecía haberse desplomado con el desinterés que le da la contundencia. Conservo un pedazo del libro ejecutado. Escribo este testimonio asaltado, aún, por la fascinación y el asombro. No recuerdo haber presenciado un acto público semejante. Sé que en la Argentina se quemaron libros y otros se enterraron, pero de eso ya hace tiempo. Sé de libros perdidos, y otros no leídos, que es una de las alternativas de la muerte. La guillotina es otra cosa: se trata de un símbolo. La muerte mera, sin más, parece menos definitiva que la muerte a guillotina. Como todo acto simbólico, pretende decirnos algo. ¿Qué fue lo que pretendió éste?
Uno de los guillotinadores… nuestro fundador Julián Axat …aseguró tener unos candidatos más para el decápite… en su discurso llegó al corazón del problema: los padres… porque cuando se habla de literatura a estos se los denomina “influencias”….
Otro de los invitados a leer poemas fue Pablo Odhe quien previamente dijo que “cuando uno escribe está solo”, luego le correspondió a Inés Aprea que pretendió contradecirlo y le retrucó …uno siempre está con otros…
A esta altura… entre grandes y chicos no había diferencia… la confusión era inmensa… la sala colmada se preguntaba de qué hablaban o qué fumaban…
Allí apareció nuevamente el fundador, el crítico escribió en su columna que Julián intuyó inmediatamente el horizonte filosófico del asunto -y olió rápido la polémica- (algo que a él poco le interesa) y agregó con esa vehemencia que lo caracteriza “UNO SIEMPRE ES UN OTRO”…
Reparen en lo tremendo del asunto… la guillotina mata a otro que nos da vida… o a otro que inventamos… o Julián que mata a otro a partir del cual somos uno mismo…
Puede pensarse que la gente comenzaba a retirarse pero no… nadie entendía y nadie quería tirar la primera piedra… qué iban a pensar los demás, que no entendía nada, no voy a demostrarles semejante cosa…
Y todo por la guillotina que lo que siempre quiso ella y quien daba la orden, fue terminar con un hombre, más que con la vida… estimo por otra parte, sin que lo tomen a mal, con todo respeto, háganse ver muchachos, no maten a nadie… es solo un libro y no es poca cosa..
Si ya se… hay que interpretar correctamente y yo… que quieren que les diga… no puedo…
Vamos a lo nuestro, la invitada de hoy, si es que mis compañeros no cambiaron a última hora, o sea, diez minutos atrás…
No se puede dejar de lado a quien escribió “Las edades de lulú” libro y película recomendada desde este sitio, para la menores de 14 que entrena Marianito…
Esta escritora española nacida en Madrid en 1960 que se quedó pensando en lo que dijo Antonio Machado acerca que “una de las dos Españas ha de helarte el corazón” y para ella fue un gran disparador, más que suficiente para que Almudena Grandes nos deje una gran obra…
Y una última exigencia desde la editorial, Sr. Negro cuente un poco del Cocodrilo de Felisberto Hernández, que no solo es ese cuento sino otros del mismo autor donde priman los recuerdos, pero usted con esas lágrimas que vende el concertista que quiero creer es el mismísimo don Felisberto, tiene una verdadera perla para todos nosotros…


EL…
ESTA ENTRE NOSOTROS…
SI, AQUÍ EN LA PECERA

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