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lunes, 16 de marzo de 2015

René Lavand y lecturas del verano

NO SE PUEDE HACER MAS LENTO
 ¿Por qué no recordarlo en Collar? No escribió nada, aunque dentro de su artístico ilusionismo citaba a los grandes. René Lavand murió este 7 de febrero de 2015 cerrando un círculo extraño: fue otro día de febrero, 78 años atrás, cuando un accidente le quitó la mano y le dio, al mismo tiempo, en un gesto cruel y perfecto, todo. Fue uno de los mejores ilusionistas del mundo en el arte del close up, como se llama a la magia de cerca hecha con naipes y objetos pequeños, René Lavand era en realidad Héctor René Lavandera nació en septiembre de 1928 en Buenos Aires y falleció en la ciudad de Tandil. En Febrero de 1937 a los 9 años vivía con su familia en Coronel Suárez, cuando aceptó el desafío de unos amigos: cruzar la calle. Él, hijo único y sobreprotegido, jamás lo hubiese hecho solo, pero esa vez sí y un auto lo atropelló, le aplastó el antebrazo derecho contra el cordón de la vereda y tuvieron que amputarlo por debajo del codo. Era diestro y perdió precisamente su mano derecha. Fue duro, pero él con voluntad de atleta olímpico, no se conformó con aprender a usar la que le quedaba, la de palo, solo para lavarse los dientes o atarse los cordones, sino que le impuso una tarea titánica: la de cambiarla de torpe a extremadamente dotada de destreza exquisita. Así, empezó a practicar juegos de cartas que ya lo habían deslumbrado a los 7 años, cuando vio al mago Chang en un teatro. Cuando comenzó, los naipes se le resbalaban y se le caían, sin embargo a los 17 años ya los dominaba muy bien. Su vida se puso difícil. Su padre murió y él con 18 años tuve que empezar a trabajar, entró en el Banco de la Nación y estuvo durante diez años, porque en 1960 ganó una competencia de ilusionismo y dos teatros de Buenos Aires le ofrecen formar parte de un espectáculo. Se bautizó como todos los conocemos René Lavand, frac y moñito y a actuar su trabajo con ese aire de fullero del oeste americano o dandi de James Bond y mientras su mano implacable manejaba las cartas sobre el paño, él, con voz profunda, contaba relatos en lo que citaba a Borges, Shakespeare, García Márquez entre otros, aunque -esto si es para Collar de Perlas- nunca los había leído “…yo leo poquísimo…” contaba y dejaba caer las frases con la autoridad de quien conoce las obras completas. En 1961 lo invitaron a presentarse en el Ed Sullivan Show y en el programa de Johnny Carson en EEUU, de allí en más fue uno de los grandes ilusionistas del mundo. Él con humildad repetía "…yo no me creo talentoso…,creo que soy un hombre que transpira, que tiene que trabajar para mecanizar la cosa y asegurarla de manera tal que no falle…” Sus técnicas las de un tahúr: mezclas falsas, enfiles, dadas de segunda, de tercera, de cuarta. "Yo jugué por plata entre los 18 y 22 pero dejé, porque una cosa en burlarse de la gente y otra la bella y sutil mentira del arte…” Siempre su manga derecha en el bolsillo, lo que le daba un aire reservado, distante. Jamás quiso una prótesis, a veces usaba una de madera que cierta vez le partió en la cabeza a un hombre que maltrataba a una dama. Era muy puteador contaba un discípulo, al tiempo que decía que jamás lo escuchó putear porque la mano. Cansado de sus discípulos porque siempre tenían que trabajar más, esmerarse y transpirar hasta lograr un conocimiento inconsciente …haber olvidado que sabe… entonces sí el conocimiento habrá llegado al músculo de lo contrario se queda en rumor. Pero ese camino lleva décadas y no todos están dispuestos. Era un artista, buscaba la perfección, así modificó un clásico juego de close up que se llama “Agua y aceite”: tres cartas rojas y tres negras que, dispuestas en forma alternada, terminan siempre juntas, rojas por un lado y negras por el otro. Se dice que la magia es posible porque la mano es más rápida que la vista, Lavand voló por los aires con esa creencia al hacer su versión de Agua y aceite, llamándola “…no se puede hacer más lento…”

EN EL PROGRAMA DEL 9 DE MARZO VOLVIMOS A EMPEZAR CON LA TEMPORADA 2015 DEL COLLAR DE PERLAS.
Hablamos de los libros que leímos en el verano, recomendamos algunos y descartamos otros. Escuchamos un tema de DIPLODOCUM RED &BROWN (la prehistoria de los Redondos) y de ELLIOT SMITH , un grande, no muy reconocido por acá.
ACA ESTA EL PODCAST DEL PROGRAMA:

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